Eso te pasa por amar la lectura sobre casi todas las cosas, amigo Miranda, y porque quizá, como le ocurre a este Lazarillo, vinculas como es de recibo la estancia en los pueblos con el apartamiento del mundanal ruido, con tiempo mental para seguir siendo analógicos ante todo, porque así nos criamos y hasta nos creamos. Yo también echo de menos el papel de los periódicos, y aunque mi fidelidad al diario El País terminó por sucumbir hace bastantes años, sobre todo por sus informaciones sobre América Latina, más de una vez me he visto obligado a recurrir en mi pueblo vacacional a otro medio más a la derecha, en este caso de carácter provincial, quedándome a la postre con un ojeo de las páginas sin apenas reparar en algo legible que merezca mi atención o detenimiento, ya sea como noticia o artículo de opinión. Sin embargo, ya ves, amigo Celso, la impresión, tipografía y diseño del periódico merecerían por su calidad un poco más de contenido, sólo un poco, lo mínimo para satisfacer mi nostálgica y hasta enfermiza sed de papel de prensa. Con todo, lo tuyo comprando El Mundo debió de ser porque más que nostalgia fue extrema y desesperada necesidad.
Celso Miranda
Hoy, en el pueblo en el que veraneo, no conseguí adquirir el periódico "El País" en papel, para leer en la playa, como hago a diario. Soy un tipo analógico, ya no veo a gente que haga lo mismo. En la cola del único estanco en el que se puede conseguir prensa escrita soy el más joven con diferencia, entre los pacientes adictos a la información, sea lo que sea la información. Así que me animé a adquirir un periódico a la derecha de aquel para advertir que "Una joven muere tras ser apuñalada por su pareja (...)". ¡Hostia! Leí por redes que fue degollada delante de sus hijos. ¿Hasta estos niveles de ignominia moral llega la pugna política de los negacionistas de la violencia de género? El mismo diario relata morbosamente en varias páginas y con todo tipo de detalles e información gráfica el supuesto crimen pasional de un descendiente de actores famosos en Tailandia,... El diario, que no volveré a comprar, es "El Mundo". Un periódico para el que las mujeres se mueren tras ser, supuestamente, degolladas por sus parejas.
DdA, XIX/5.414
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