Félix Población
Hubo algún analista ayer en las tertulias de los canales de televisión que llegó a la bajeza de culpar a Podemos del mal resultado obtenido por Sumar en las elecciones, cuando muy posiblemente, si no ha sido peor el resultado de la formación liderada por Yolanda Díaz, ha sido por incluir en las listas a representantes del partido morado, entre ellos Ione Belarra, de los que siete han sido elegidos.
La pérdida de casi 800.000 votos y siete diputados por parte de Sumar, en relación al espacio político que ocupaba Unidas Podemos, debe entenderse como una fracaso de esa coalición, algo que ni ayer en las tertulias ni hoy en los medios que he consultado se subraya. Si Sumar no hubiese fracasado, como es el caso, y su resultado hubiese sido superior o al menos igual al obtenido en 2019 por el espacio político en el que estaba Unidas Podemos, no estaríamos posiblemente hoy haciendo cábalas acerca de si será posible un nuevo gobierno de coalición progresista o si tendremos que ir a la celebración a unos nuevos e impredecibles comicios.
Podrá argüirse, y es lógico hacerlo, que una parte de los votos que podrían haber favorecido a Sumar se fueron al PSOE por aquellos del voto de útil en determinadas circunscripciones, pero también nos consta que el tratamiento dado por Yolanda Díaz a determinados dirigentes de Podemos como Irene Montero, Echenique o Mayoral bien pudo tener su efecto en contra porque buena parte de los simpatizantes del partido morado se indignaron ante esos vetos. (A considerar que jugándose lo que se jugaba este país, más de diez millones de personas no votaron, a pesar de que la participación subió cuatro puntos en relación a las últimas elecciones).
Tampoco hay que echar en saco roto la consideración de marca blanca del PSOE que la propia señora Díaz se ha ganado en campaña y de la que dejó constancia en Hora Veintipico cuando Héctor de Miguel le preguntó si era comunista y doña Yolanda eludió la respuesta y se llamó progresista echando una de sus risitas al aire. Personalmente me recordó a los tránsfugas del Partido Comunista que acabaron su vida política en el PSOE.
Léase@también: Los amores cobardes no llegan, por Aníbal Malvar
DdA, XIX/5.401
8 comentarios:
Triste espectáculo el dado por Iglesias a minutos de los resultados, pasando las factura pendientes. Preparadas estabas, autoproclamando su previa labor. Lamentable. Al mismo nivel que algún que otro "nacionalista", presentando ya presupuesto.
Lo que más lamento es que algún que otro "articulista", que en algún momento respetaba, caiga en estas "bajezas".
Al menos de momento hemos parado esta oleada reaccionaria. Yo, aún como mis distancias, no tengo más que celebrar los resultados.
Lamento que algunos, extasiados en su jardincillo, sean icnapaces de mirar la horizonte.
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Triste espectáculo el dado por Iglesias a minutos de los resultados, pasando las factura pendientes. Preparadas estaban, autoproclamando su previa labor. Lamentable. Al mismo nivel que algún que otro "nacionalista", presentando ya presupuesto.
Lo que más lamento es que algún que otro "articulista", que en algún momento respetaba, caiga en estas "bajezas".
Al menos de momento, hemos parado esta oleada reaccionaria. Yo, aún como mis distancias, no tengo más que celebrar los resultados.
Lamento que algunos, extasiados en su jardincillo, sean incapaces de mirar al horizonte.
(Lamento no haya posibilidad de edición)
Por cierto, el "voto útil", seguramente dado el caso, inteligente, debería ser tomado también en consideración. Aunque ya se que algunas mentes desplicentes, "más allá del bien y del mal", suelen ser poco respetuosas con dicho concepto.
"displicentes", claro, para los "correctores de pruebas".
"displicentes", claro, "para los avezados correctores de pruebas".
Cosas de la premura... y los teclados...
Y por cierto, "anónimo" porque no he encontrado otra opción. No tendría inconveniente alguno en identificarme si fuera preciso.
Y sobre los "tránsfugas del Partido Comunista" que,"por si las moscas", no es mi caso, me retrotrae, desagradablemente aclaro, a los viejos sectarismos estalinistas que creía yo, ingenuamente parece, enterrados en los libros de historia. Tampoco voy a felicitarte por traerlos a cuento ahora.
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