miércoles, 5 de julio de 2023

POR UN PUÑADO DE VOTOS

 











José Ignacio Fernández del Castro 

«Esta colilla pertenece a un hombre sin nombre. Esta larga pistola pertenece a un hombre sin nombre. Este poncho pertenece a un hombre sin nombre… Él va a poner en marcha un estilo completamente nuevo para la aventura.» Eslogan de Per un pugno di dollari 

(Por un puñado de dólares, 1964) de Sergio LEONE. 

  

El resultado final, parece que asentado, de la “nueva política”, en la que tantos en uno y otro lado van de antisistema mientras luchan denodadamente por subirse al carro, es que se ha sustituido el viejo bipartidismo, que se decía combatir, por la lucha entre dos bloques (encabezados por los paladines del bipartidismo). Así que ahora, ante las súbitas elecciones estivales (y generales) del 23 de julio, una vez más, cabe barruntar que ese choque de bloques/coaliciones se decidirá por “un puñado de votos”. En este sentido, se criticaba, desde la derecha, que la ubicación en fecha playera de eso que el sistema llama “la gran fiesta de la democracia” se debía al intento desesperado de Pedro Sánchez de, por una parte, minimizar la sangría de apoyos y, por otra y sobre todo, de intentar que una parte significativa de quienes pueden veranear lejos de su residencia habitual en esas fechas no votase, pues se supone que, en buena medida, seríapoblación más acomodada y conservadora.  

El récord ya establecido de voto por correo desmiente la segunda intención (o, al menos, sus resultados) y los blandos titubeos del PP (que incluso han llegado hasta para “agradecerle a Casero” que se equivocase permitiendo sacar adelante una “buena Reforma Laboral”, que curiosamente siguen teniendo recurrido al Tribunal Constitucional), en sus relaciones postautonómicas y municipales, han permitido lograr cierta ventaja posicional al actual presidente del Gobierno, difumina la primera… Y lo ha hecho poniendo pie en puerta para introducir en el ámbito del debate público sus logros económicos (más allá de los contradictorios sentimientos de una ciudadanía que considera tan mayoritariamente buena su situación económica familiar como mala la del Estado), su extensión de derechos (o sea de las verdaderas libertades, normativas, que van más allá del poder tomarse unas cañas después del curro) y su imagen internacional (aprovechando la ocasión de la presidencia de turno del Consejo de la Unión Europea)…  

Así que lo dicho, al final la lucha entre los primeros espadas (ahora que consejeros y concejales de Vox están dispuestos a devolver la tauromaquia al “primer nivel cultural” de este país), Pedro y Alberto, será dura y tendrá que bajar al recuento voto a voto en cada provincia y en cada mesa electoral, pero no menos férrea será la pelea entre segundas espadas, Yolanda y Santiago, por la hegemonía coaligante… Y todavía quedará la lucha por los flecos finales del apoyo investidor de los partidos regionalistas y nacionalistas. En fin, lo dicho, que cabe prever que, al final, un puñado de votos serán los que separen los bloques, casi ya esas “dos Españas” machadianas, y decidirán quién será ese hombre, casi sin nombre, con el Pedro o el Alberto en marca de agua por sus líquidas necesidades de coaliciones y apoyos externos, que guiará el mantenimiento de un estilo totalmente nuevo en esta aventura o el retorno al pasado en una deriva reaccionaria y, en tantos sentidos, preconstitucional. 

 

En un momento de la citada Per un pugno di dollari el Joe, interpretado por Clint Eastwood, dice que «cada ciudad tiene un jefe…»; y el Silvanito, interpretado por José Calvo, le responde que «¡sí, pero cuando hay dos alrededor, diría que son demasiados Igual eso es lo que nos pasa… Pero no, porque cuantas más voces, voluntades y razones tengan que participar en el gobierno, más posibilidades de que el resultado final tenga algo en cuenta el bien común de la ciudadanía… Más allá del interés particular de los poderes económicos a los que tantos profesionales de la política (verdaderamente) representan. 


     DdA, XIX/5.385     

No hay comentarios:

Publicar un comentario