Pablo Iglesias
1. No habrá gobierno PP-VOX y no habrá gobierno del PP en solitario. La primera opción no contará con el apoyo del PNV y la segunda no contará con el apoyo del PSOE. Es la mejor noticia.
2. Es difícil pero posible un gobierno encabezado por el PSOE. Para hacerlo real hace falta el sí de todos los partidos de la coalición Sumar (lo podemos dar por descontado incluso si el PSOE propone un gobierno de partido único) de ERC, de EH Bildu, del PNV, del BNG (difíciles pero probables) y la abstención de Junts (muy difícil, pero no imposible). En la negociación de la mesa del Congreso empezaremos a ver cómo se mueven los múltiples actores del bloque plurinacional ¿La presidencia del Congreso será de un/a miembro del PSOE? No tendría por qué.
3. Si Sánchez forma gobierno no será un gobierno estable porque necesitará que todos los partidos de la coalición Sumar (que no son iguales y que, seguramente, no estarán todos en el hipotético gobierno de Sánchez) junto a ERC, Bildu, PNV y BNG voten a favor de cada ley y que Junts no vote en contra. Es enormemente difícil.
4. En cuanto la derecha mediática salga del shock en el que quedó instalada ayer, comenzará una presión todavía más violenta respecto a lo que hemos visto hasta ahora. La presión afectará las posibilidades de la investidura de Sánchez y, si forma gobierno, trabajarán para hacerlo caer apoyándose en su debilidad parlamentaria.
5. El contexto europeo, marcado por la guerra de Ucrania y el auge de las derechas reaccionarias en Europa, tampoco facilitará las cosas. Un gobierno sin estabilidad parlamentaria y con socios independentistas y de izquierdas no tendrá el favor de los poderes europeos.
6. Lo que Iván Redondo y Enric Juliana llaman “PSOE caoba” como metáfora de la derechización del partido a partir de 2021, manda en Ferraz y Moncloa, pero está por ver que ese equipo pueda ejercer el liderazgo de un bloque plurinacional tan complejo. Una cosa es dejar a Zapatero meter goles por la izquierda en la campaña; otra cosa es corear el ‘¡No pasarán!’ en la celebración de los resultados, y otra bien distinta llevar el antifascismo a los pactos y a las leyes. Si no se limpian las licencias de televisión y el CGPJ de elementos reaccionarios y antidemocráticos, ya podemos imaginar lo que vendrá.
7. Los números de Sumar están lejos de las expectativas creadas por un liderazgo que aspiraba a competir con lo que representó Podemos en las elecciones de 2015 y 2016 e incluso superar al PSOE. Sumar pierde más de 700.000 votos y pierde también siete diputados respecto a los resultados de los partidos de su coalición en 2019. Ni siquiera con los partidos de Errejón y Baldoví y con otras formaciones regionalistas, Sumar llega al peor resultado de UP (12,9%) en 2019 y se queda en el 12,3%. Los 10 diputados nombrados por Yolanda Díaz, así como los cinco de Podemos, cinco de Comunes, cinco de IU, dos de Más Madrid, dos de Compromís y uno de la Chunta aragonesista son muy importantes, pero quizá algo más de autocrítica y menos autocomplacencia serían convenientes. Si la falta de un acuerdo entre Junts y el PSOE impone una repetición electoral, Sumar no tendrá excusa para no convocar primarias y no podrá vetar a nadie.
8. El veto a Irene Montero y a algunos de los dirigentes más combativos de Podemos, así como las humillaciones al partido, iban dirigidas a que Podemos se presentara en solitario. Nacho Escolar explicó en la SER sus conversaciones con dirigentes de Más País y Sumar que le confirmaban que, para ellos, era más importante excluir a Podemos que revalidar el gobierno. La respuesta de Podemos a las humillaciones no fue entendida por algunos militantes, pero hoy se revela acertada. Podemos dijo que competir contra Sumar haría imposible evitar una mayoría absoluta de las derechas y ayer comprobamos que eso era cierto. Hoy Podemos es un partido modesto con cinco diputados; los mismos que IU o que los Comunes de Ada Colau. Es un número de diputados menor a su peso electoral, pero sus diputados son tan cruciales como los de Bildu, ERC o el PNV y ninguna fuerza de la izquierda fuera de Catalunya y el País Vasco (los territorios que han protagonizado el frenazo al fascismo) cuenta con tantos militantes. Tampoco esta vez han matado a Podemos.
9. A pesar de que aumenta el peso de los viejos partidos del turno bipartidista contemporáneo (PSOE-PP), que pasan del 48% de los votos y 209 escaños al 64,7% y 258 escaños, estamos lejos de un sistema de bipartidismo imperfecto como señalan algunos politólogos. Por el contrario, la dinámica de bloques se refuerza. El bloque plurinacional pasa del 50,8% y 188 escaños al 48.4% y 171 escaños, pero es más crucial que nunca.
10. El bloque reaccionario, aunque lejos de las expectativas, avanza de 10,4 millones de votos, el 43,1% y 153 escaños en 2019 a 11,2 millones, el 45,6% y 170 escaños ayer. El ultraderechizado bloque reaccionario, aunque no podrá formar gobierno, crece electoralmente y sigue mandando en los medios y la judicatura. Para ellos este resultado es sólo una prórroga del partido. Van a trabajar para una repetición electoral y tienen muchas bazas para lograrla.
CTXT DdA, XIX/5.401
2 comentarios:
"Un gobierno sin estabilidad parlamentaria y con socios independentistas y de izquierdas no tendrá el favor de los poderes europeos"...¿y cuando tu estabas en el gobierno si tenías el favor de los poderes europeos?...al fin y al cabo si se consigue formar gobierno tendrá los mismos apoyos parlamentarios (algo menos porque ERC ha perdido 7 y la coalición ya no tendrá esos 7 diputados. En cuanto al "fracaso" de Sumar, mejor lo dejamos porque da pena el análisis de quien ni siquiera a tenía la decencia militante de apoyar la candidatura, al igual que el miserable de Felipe González con su partido.
Por cierto no me oculto en ningún anonimato. Soy Marcelo Noboa Fiallo con DNI. 07852469Q que leo periodicos de derechas como Infolibre, eldiario.es, El Público...
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