Por razones de tipo profesional largas de explicar me he visto en la obligación de seguir la programación de las mañanas de Tele 5 y todos los días que la he visto me ha dejado sorprendido la truculencia de los temas que tratan: robos, violencia escolar, engaños a ancianitos y crímenes contra la propiedad, etc.
Pero sin duda el asunto que se lleva la palma es el de la okupacion de viviendas vacacionales, que parece que hubiera más casos que de coronavirus y los temores de muchos protagonistas de que le entren en su casa, ya sea en su primera o segunda residencia, hasta el punto de que me corroen las dudas de si se trata de un programa de entretenimiento o un multirreportaje de Securitas Direct.
A lo que se ve Tele 5 va a lo suyo que no es otra cosa que el amarillismo y las informaciones escandalosas. Se piensa la cúpula de Mediaset que el personal que ve la tele a esas horas es deficiente mental y no sabe distinguir la información de la propaganda.
No tengo nada que objetar a que cada uno adoctrine como quiera o como le dejen, porque para eso lleva años de experiencia la Iglesia católica, pero desaprovechar una licencia televisiva para inyectar a la población basura a raudales puede acabar con el sentido común de los españoles. Que me temo que es lo que pretenden.
DdA, XIX/5.392
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