miércoles, 19 de julio de 2023

DEJEN DE ENREDAR CON EL MURO DE GIJÓN, CENUTRIOS



Foto Alarde El Muro, 1960

Félix Población

Esta es una perspectiva del paseo del Muro y la bahía de San Lorenzo de la villa de Gijón tal como los vio y vivió mi niñez. Crecí a medida que la ciudad crecía, pero no con la naturalidad de mi ciclo vital sino con el desbocado y torpe empuje de los años del desarrollismo, cuando del interior de Asturias y del país, sobre todo desde las provincias más cercanas, llegaron sucesivos aluviones de emigrantes. 

Procedían en su mayoría de las deprimidas zonas rurales y sirvieron de mano de obra al entonces pujante tejido industrial de la ciudad asturiana, que con Avilés y Mieres ofrecían unas perspectiva laborales ciertas. Fue de ese modo, dando acogida a esa emigración, como en el transcurso de los años siguientes, Gijón creció sobremanera en extensión y sobre todo en una verticalidad que le sentó muy mal a la bahía de San Lorenzo, pues ese horizonte urbano despejado que advertimos en la imagen, en el que creo que únicamente asoman el edificio del entonces hotel Miami y el de la cafetería México Lindo, vio ascender sin reparo las altas construcciones que acabarían por cercar de sombra el arenal de la playa. 

Pudo haber sido otra la trayectoria urbanística de esa zona del litoral gijonés, en consideración sobre todo a ese magnífico paseo marítimo del que gozan la ciudadanía y los visitantes de la villa asturiana, pero tuvieron más influencia  en los años sesenta y siguientes la especulación y la codicia del negocio inmobiliario que el respeto a una ciudad marítima con tan privilegiadas condiciones naturales, merecedora de un mayor aprecio a la arquitectura de algunos de sus edificios históricos.

Aún en nuestros días, las erráticas posturas con relación a la peatonalización parcial o no del Muro son reflejo de los despropósitos con los que se construyó la edificación colindante con el paseo por excelencia de la ciudad. Que los vehículos circulen o no por la calzada se ha convertido en una estúpida cuestión ideológica, despreciando ejemplos tan modélicos a seguir como el de la ciudad alemana de Düsseldorf, que aquí dejo en imágenes para vergüenza -si la tuvieran- de quienes, desde la corporación municipal gijonesa -sean quienes sean los que gobiernen-  no dejan de enredar en contra de una ciudad más verde, más sana y más en línea con las tendencias de progreso ecológico que se imponen en el planeta. Cenutrios. 

¡Y quė diligencia, oye, la del actual gobierno municipal en recuperar para Gijón la feria taurina con los mejores torturadores!


LA FERIA DE LA LIBERTAD

Como no podía ser de otro modo en quien se retrató en aquella marcial foto con la extrema derecha en la plaza de Colón de Madrid, y siguiendo la escuela de la presidenta de aquella comunidad autónoma para quien la libertad consiste en tomar cañas de cerveza, la alcaldesa de Gijón considera que la feria taurina recuperada en aquella ciudad con una diligencia sorprendente es la "feria de la libertad", tal como titula el diario La Nueva España. Añade además, en un acto que el periódico califica de multitudinario, que esa es la esencia de Gijón que honra la historia de aquella villa. Todo lo que puede venir a partir del domingo que viene, si no lo impide el voto, y todo lo que esta sucediendo con la derecha española desde entonces, tuvo su principio en aquella instantánea. ¿Qué votará Gijón el 23 de julio ante la afrenta a su esencia y su historia perpetrada por la reelegida alcaldesa Moriyón?



DdA, XIX/5.398

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