Paradójicamente, un libro muy valiente: el de la periodista malagueña Patricia Simón, que, desde una perspectiva privilegiada, la mirada empotrada en los conflictos abiertos en un mundo deshilachado, anticipaba (el libro tiene ya más de un año publicado) el advenimiento de la extrema derecha. Ella ha recogido señales a lo largo y a lo ancho de su vida personal y profesional para dar en el clavo. "La ultraderecha nos provoca continuamente para que caigamos en la trampa de volver a debatir sobre las razones por las que tenemos derecho al aborto libre y seguro, al matrimonio entre personas del mismo sexo o a la sanidad gratuita y universal. La dignidad y los derechos humanos no se debaten, se garantizan y se protegen". Han puesto los aspersores del miedo (el miedo a los otros, el miedo a la pobreza, a la soledad, a la muerte) y después del miedo llega el odio como sentimiento derivado. Va a costar, mucho, defender la empatía, la solidaridad, el compromiso con los derechos humanos. Puede y debe ser el objetivo de nuestra vida. Combatir los miedos, combatir el odio.
DdA, XIX/5.377
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