viernes, 30 de junio de 2023

EL VOTO POSTAL REDUCIRÁ LA ABSTENCIÓN, PERO QUIZÁ NO FAVOREZCA A LA IZQUIERDA


Félix Población

Después de haber entregado durante esta legislatura la televisión pública estatal a un equipo directivo manifiestamente proclive a la derecha, con una de las más nefastas programaciones que se recuerden en esa casa, a Pedro Sánchez se le ha encendido la lucecita del papel jugado por los la mayoría de los medios de comunicación a favor de la reacción para exhibirse a destajo por estudios y platós como víctima de esa derecha mediática. Copia en eso, también, al partido que sí lo ha sido de veras desde su fundación, Podemos, con la colaboración del propio Partido Socialista.

Puede que los retardados asesores de Sánchez consideren que así se pueden ganar puntos en las encuestas y después también en las urnas, pero mucho más que eso ha de necesitar don Pedro para que los comicios adelantados a las más calurosas fechas del verano, tras el varapalo de las elecciones municipales y autonómicas, le sean propicios. 

Parece ser, según las últimas informaciones, que se está registrando un auténtico récord en la petición de los votos por correo que quizá algunos puedan interpretar como un síntoma de que la abstención no será tan alta como podría presagiarse ante una cita electoral en plenas vacaciones de la ciudadanía. También habrá quien piense que si no se da esa alta abstención, eso podría deberse a una movilización del voto de izquierda ante la amenaza de un gobierno de coalición de derecha extrema.

No debemos engañarnos, sin embargo, porque en este país las vacaciones no están al alcance de todos y quienes más y mejor las disfrutan no son precisamente los electores de izquierda. Por eso convendría no alegrarse demasiado con esa cifra de 1,65 millones de solicitudes de voto postal registradas hasta ahora, cuando aún faltan quince días para que finalice el plazo. De seguir esa tendencia, es probable que se superen los dos millones el 13 de julio, algo en verdad excepcional en la historia electoral de este país y que, seguramente, reducirá las presunciones de abstención que en principio se calculaban para el 23-J. 

Lo que pienso que no ocurrirá es que esa participación postal de récord vaya a deberse a una movilización del voto de izquierda, a juzgar por lo que ocurre últimamente con la abstención: mínima en los barrios ricos y muy alta en los barrios pobres de la capital de este reino en declive.  

     DdA, XIX/5.382     

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