viernes, 26 de mayo de 2023

LLAMAZARES COMO MAL SÍNTOMA


Alejandro Álvarez

LLAMAZARES es un triste y doloroso síntoma de la degradación de la ética, la coherencia y la dignidad en la política. Este político traicionó a la militancia de IU cuando creó Izquierda Abierta para abrir en canal a Izquierda Unida. Volvió a traicionarla, con más desvergüenza aún, cuando, siendo parlamentario de IU, creó Actúa e intentó desmantelar a aquella fuerza política, como pusieron de manifiesto aquellas grabaciones en las que, sin saber que se le grababa, dejaba claras sus intenciones de acabar con IU. Actuaba como su protector Antonio Ferreras, de forma burda, sin ética ninguna, pero con sus intereses por delante. Aquella grabación sacó a la luz su desvergüenza y se fue de IU pensando que su traición daría frutos. Pero fracasó estrepitosamente en su aventura política. Sin embargo, se mantuvo en candelero en los medios porque estos le agradecieron su traición. Su vuelta a la política como cabeza de IU en Oviedo es un triste síntoma de la degradación en la que se sumió esa fuerza política en la capital asturiana: ni ética, ni coherencia ni dignidad políticas. Con pesar, pero con convicción, creo que la ciudadanía de izquierdas en Oviedo solo tiene una opción, la que representa Belén Suárez Prieto, porque votar a Llamazares es entregar el voto a la falta de ética, a la carencia de coherencia y la ausencia de dignidad políticas. Y eso es embarrar el futuro de la izquierda. Por otra parte, las declaraciones de Gaspar sobre La Vega, en sintonía con Canteli, aclaran aún más esas carencias.

DdA, XIX/5.358

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