Félix Población
En el telediario de mediodía del pasado sábado de la televisión pública (La Uno), a falta de informaciones políticas -por aquello de una Semana Santa comparable casi con la de la dictadura en La dos del citado medio-, hubo un espacio para dos personalidades de muy distinta factura con motivo del quincuagésimo y décimo aniversario del fallecimiento de uno y otra, respectivamente, en estos mismos días de abril.
Me estoy refiriendo al pintor malagueño Pablo Ruiz Picasso, que murió en el exilio en Francia en 1973, y a la mediocre actriz y sofisticada cantante manchega Sara Montiel, cuyo entierro en Madrid fue motivo de amplia y exhaustiva cobertura periodística. Hasta tal punto fue así, en este segundo caso, que el fallecimiento del escritor, catedrático de economía y humanista José Luis Sampedro en las mismas fechas (8 de abril) pasó mediáticamente a segundo plano.
Sampedro, Premio Nacional de las Letras Españolas en 2011 por su sobresaliente carrera literaria, fue un intelectual comprometido con su época que abogó por una economía más humana y más solidaria, capaz de contribuir a desarrollar la dignidad de los pueblos. Es de lamentar que el sábado pasara sin consignación el décimo aniversario de su muerte en un informativo de la televisión pública, quizá porque sus responsables hayan considerado más destacable la figura de Sara Montiel que la de una de las personalidades intelectuales más notables de nuestro país durante la segunda mitad del pasado siglo. "Poner el dinero como bien supremo nos conduce a la catástrofe", escribió este inolvidable profesor a quien tuve el gusto de conocer cuando su obra literaria empezó a llegar con éxito a las librerías.
No confío en que se recuerde el décimo aniversario de la muerte de Sampedro en otro telediario de TVE. El discurso que el anciano profesor de Economía sustentaba en sus últimos años era en verdad un adelanto de lo que, poco después de muerte, daría lugar al nacimiento de Podemos como partido político. No sólo prologó con mucho gusto el alegato en pro de los indignados de Stéphane Hessel, escritor también nonagenario y miembro de la resistencia francesa contra el nazis, sino que un día antes del 15-M dirigió estas palabras a uno de los colectivos del movimientos en España: "Me adhiero a vuestras reivindicaciones, hago mío el manifiesto, me solidarizo y deseo un clamoroso 15-M. Pero sobre todo, os animo a avanzar en la lucha hacia una vida más humana. Los medios oficiales no se van a volcar con vosotros y encontraréis muchos obstáculos en el camino, pero está en juego vuestro futuro. El 15 de mayo ha de ser algo más que un oasis en el desierto; ha de ser el inicio de una ardua lucha hasta lograr que, efectivamente, ni seamos ni nos tomen por “mercancía en manos de políticos y banqueros”. Digamos NO a la tiranía financiera y sus consecuencias devastadoras".
La división de aquel movimiento reivindicativo, tal como ocurriría después y aún sigue ocurriendo hoy con el concurso de buena parte de los medios de comunicación, habría ocasionado un serio disgusto a quien a los 94 años de edad mantenía esa disposición de ánimo por un mundo mejor. La tiranía financiera prosigue y sus consecuencias devastadoras crecen año tras año. Sampedro fue uno de nuestros imprescindibles, aunque el pasado domingo La Dos de nuestra televisión pública prefiriese recordar en el programa del mismo nombre a Sara Montiel.
DdA, XIX/5.420
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