Lazarillo
No quito ni pongo nada a lo expresado por mi estimado profesor Manuel Maurín con relación a lo ocurrido días atrás en las escaleras que dan acceso al Ayuntamiento de Ponga (Asturias). Unos indeseables, los mismos con toda seguridad que mataron a dos lobos, dejaron sus cabezas cortadas delante del edificio municipal, queriendo manifestar así probablemente su rechazo a la política ministerial sobre la especie. Dice Maurín: "Matar a otras especies para alimentarte es un comportamiento natural y necesario. Hacerlo para proteger tu vida o la de tus rebaños es legítimo. Incluso se puede entender (aunque nunca justificar) como ritual que persigue objetivos de índole religiosa, deportiva o como espectáculo de raigambre popular. Matar para expresar una opinión es terrorismo y como tal se debe tratar". Este Lazarillo no espera, sin embargo, que la respuesta a este atentado sea la que corresponde. A la muerte de los dos animales en contra de la ley, se le añade una acción explícitamente miserable y brutal perpetrada por algunos de aquellos que a veces se quejan de que se les criminalice. ¿Qué otra consideración merecen con comportamientos tan abominables?
El lobo ibérico (Canis lupus) ha quedado incluido en el Listado de Especies en Régimen de Protección Especial, según recoge la orden del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, que publica el Boletín Oficial del Estado. Según el último censo oficial realizado entre 2012 y 2014, en España se contabilizaron 297 manadas de lobos. Este gráfico muestra la distribución por comunidades autónomas.
DdA, XIX/5.438
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