Lazarillo
Pocas veces en la historia de los medios de comunicación, en los últimos cincuenta años, hemos asistido a una expectación tan grande como la que está deparando la salida a la calle de Canal Red. Que yo recuerde, solo antes de la llegada a los kioscos del diario El País, en 1976, puede parecerse con lo que estos meses está pasando con el citado canal. Tanto entonces como ahora, por circunstancias distintas, hay un sector de la sociedad necesitado de un nuevo medio de comunicación del que, en el caso de Canal Red, ya hemos tenido un adelanto a través de La Base*. La gente que espera esta nueva televisión por internet no deja de preguntarse cuándo estará por fin en funcionamiento, dándose ya no solo expectación sino inquietud por su demora, pues eran muchos los que pensaban que sus primeros programas podrían coincidir con la fecha histórica del Día Internacional de la Mujer. No ha sido así y creo que se debería dar alguna pista por parte de sus promotores acerca de la fecha posible de inicio o de estreno, a no ser que hayan surgido dificultades imprevistas que no sean por ahora subsanables. Quienes van a estar al frente de Canal Red deben ser muy conscientes de que hay una audiencia muy ilusionada con el proyecto y que no se la puede decepcionar. Es comprensible, por lo tanto, que para su puesta en emisión se tomen todo tipo de medidas para que el producto sea profesionalmente lo más convincente posible. Hoy pueden darse noticias importantes.
*Ciertamente, la expectación era entonces mayor porque se estaba saliendo de una larga dictadura y estaba a punto de aparecer el primer diario progresista del país, pero hasta ahora no había dispuesto España de un canal de televisión independiente y de izquierda, por lo que el grado de expectación, si no tan masivo, se puede considerar igualmente digno de resaltar, así como el silencio mediático o las tergiversaciones informativas en torno a Canal Red.
DdA, XIX/5.394
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