lunes, 27 de febrero de 2023

ESTERNO NOTTE, SOBRE EL SECUESTRO Y ASESINATO DE MORO, UNA SERIE EJEMPLAR


Félix Población

Este fin de semana pude ver, por recomendación de mi estimada excompañera y amiga Carmen Ordóñez -con quien compartí un Festival de Cine de San Sebastián hace muchos años-, una de las miniseries de televisión que más me han impactado entre las que se difunden por las plataformas al uso, en este caso Filmin

Se trata de la primera obra en ese formato de Marco Belocchio, un cineasta al que valoro especialmente, y trata del secuestro y asesinato de Aldo Moro, un episodio que conmovió la vida y la política italianas en la primavera de 1978. El entonces presidente del Partido de la Democracia Cristiana (DC), partidario de una alianza con el Partido Comunista de Italia para formar gobierno, había encontrado la oposición de buena parte de sus compañeros y el mismo 16 de marzo, en que se iba a informar y votar en el Congreso una moción de confianza sobre el nuevo ejecutivo de Giulio Andreotti, fue secuestrado por las Brigadas Rojas, previo asesinato de los cinco guardaespaldas de Moro. 

Habían desaprobado ese acuerdo histórico entre los democristianos y los eurocomunistas de Berlinguer, además de la Unión Soviética y Estados Unidos, el Partido Socialista y el Partido Liberal, mientras que el Partido Republicano se mostró favorable. Aquel gobierno de concentración fue calificado por Aldo Moro de solidaridad nacional, ante la situación grave que vivía el país tanto social como política y económicamente. 

Durante casi dos meses, mientras el presidente del DC estuvo secuestrado, vivió Italia en estado de alerta, sin que fuera localizado en Roma el zulo en el que los terroristas encerraron a su prisionero. Bellocchio divide su serie en seis capítulos, dedicados respectivamente a Moro, al ministro del Interior (Francesco Cossiga), al Papa, a los terroristas, a Eleonora (esposa de Moro) y al desenlace final. Se trata de 300 minutos en total durante los que el director italiano sabe mantener la atención del espectador de modo creciente, gracias a un guion muy bien elaborado, en el que colabora el propio cineasta, una puesta en escena impecable y una interpretación excepcional por parte de los principales actores y actrices. 

Nada ni nadie pudo o quiso salvar a Moro, abandonado por sus propios compañeros de partido y el gobierno, sin que de nada sirviera la mediación del pontífice Pablo VI, que fallecería tres meses después del asesinato de su amigo, cuyo cuerpo fue hallado en el maletero de un vehículo en una calle de Roma el 9 de mayo de 1978. Las tensas secuencias de Aldo Moro con el cura que le confiesa antes de que sea asesinado son especialmente relevantes para sacar conclusiones sobre su muerte.

Eleonora Chiavarelli, esposa del culto político italiano y madre de sus cuatro hijos, sobresalientemente interpretada por Margherita Buy, hizo pasado el tiempo unas declaraciones en las que afirmó que habían recibido la visita de Henri Kissinger y un oficial de inteligencia norteamericano en las que el primero recomendaba a Moro eludir toda posibilidad de colaboración con el PCI porque, de lo contrario, lo podría pagar más caro que el chileno Salvador Allende cinco años antes. Su marido enfermó como consecuencia de esa entrevista e incluso estuvo tentado de abandonar la política.

Acabo de leer que TVE prepara, por fin, una serie sobre la cara oscura de la Transición en España, en la que obligadamente debería estar -digo yo- el intento de golpe de Estado del 23 de febrero de 1981 -oscuro aún-, sobre el que se hizo una miniserie en versión oficial muy poco convincente. Sería muy gratificante que quienes dirigen esa nueva serie tengan en cuenta el excelente trabajo de Bellocchio con Esterno notte, pero me temo que para el 23 F no se cuenta con la documentación requerida, más de cuarenta años después.

     DdA, XIX/5.385     

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