Félix Población
No voy a mencionar el nombre de ese miserable. Se trata de un alcalde o concejal del Partido Popular en una determinada localidad de este país. Cuando leo noticias como esta suelo pasar muy por encima por el nombre del protagonista y sus declaraciones, a fin de que no se me quede demasiada mierda en la retentiva y el asco me dure más allá de lo recomendable.
Junto a ese desecho de persona, y como instigador o provocador de esas manifestaciones, está un sujeto que ejerce el periodismo de cloaca gracias a las subvenciones de la presidenta Ayuso. Tampoco merece la pena citar su nombre porque subsiste profesionalmente de propagar su basura. Pertenece, como algunos otros, a la escuela que hace ya demasiados años fundó en la emisora de la obispalía otro dechado de maledicencia y mala baba que actualmente sigue en activo con empresa de comunicación propia, también subvencionada por la misma gobernante.
Toda esta escoria tiene su público y el Partido Popular sabe que entre ese público se encuentran no pocos de quienes lo votan. Por eso, a raíz de esas declaraciones en las que uno de sus militantes y cargo público ofende suciamente la dignidad de una mujer y ministra de Igualdad del actual Gobierno, en lugar de mandar a la calle a ese individuo, sin más gaitas, se limita con participar a la opinión pública que le abrirá un expediente.
Todos sabemos que tanto desde la derecha extrema del Partido Popular como desde la extrema derecha, en el Senado y en el Congreso, se ha ofendido repetidamente la dignidad de las mujeres en la persona de Irene Montero, aunque nadie llegara al deleznable vómito de ese alcalde o concejal de una localidad conquense. Lo lamento por los vecinos de ese pueblo, cuya primera reacción debería ser la de repudiar públicamente a ese individuo.
Ese tipo únicamente puede representar a la España más oscurantista, retrógrada y zafia de nuestra historia, aquella que determinados y conocidos comunicadores no dejan de jalear con sus soflamas en medios de información generosamente subvencionados por gobiernos como el de la Comunidad de Madrid, al frente del cual está la verdadera candidata del Partido Popular a La Moncloa.
Y todavía anda la izquierda real dudando en la estrategia a seguir ante el año electoral que se nos avecina. ¿Es que no está suficientemente claro lo que se nos puede caer encima, en un país que soportó cuarenta años de dictadura de extrema derecha, con un Gobierno de derecha extrema como el que defenderá sin duda ese alcalde o concejal de un pueblo de Cuenca?
DdA, XIX/5.371
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