En una magnífica entrevista difundida ayer por Radio Nacional de España, el profesor Ángel Viñas habla de su nuevo libro Oro, guerra, diplomacia: La República española en tiempos de Stalin, que esperamos leer en breve, y que viene a ser una revisión, corregida y aumentada, de sus inicios como historiador en 1976, cuando comenzaron sus investigaciones sobre El oro de Moscú, título que dio al libro publicado en 1979.
Consciente de que no hay historia ni historiadores definitivos, como escribe al comienzo y al final de esta nueva obra, cierra con ella Viñas el ciclo dedicado a la segunda República y vuelve a demostrar documentalmente que aquel régimen no recibió un trato privilegiado por parte de la Unión Soviética, ni aquella España corría riesgo alguno de ser un país satélite de la URSS al término de la guerra de 1936.
Insiste el historiador en que es falso también el clima revolucionario con el que los historiadores de la derecha justificaron el golpe militar y que lo único probado es que, desde 1932, los monárquicos alfonsinos, los carlistas y un sector del ejército conspiraban con el dictador Mussolini para llevar a cabo ese golpe, que se ultimó tras la victoria del Frente Popular en las elecciones de febrero de 1936, tal como el propio Viñas ha demostrado.
Ángel Viñas escribe historia con lo probado documentalmente y es el autor que ha desmontado los principios básicos en los que, por desgracia y hasta la fecha, se fundamentan las interpretaciones de la derecha en este país acerca de la segunda República y el golpe fascista que trajo consigo una dictadura de cuatro décadas. A los 81 años, con una vitalidad y lucidez dignas de encomio, el profesor madrileño mantiene una actividad intelectual admirable que seguirá dando sus frutos con dos nuevos libros a corto plazo.
Uno de ellos, sobre todo, me parece que va a ser
especialmente interesante para quienes seguimos desde hace años tan notable y entusiasta trabajo como investigador. En este caso no será en la historia, sin embargo, en lo que indague Ángel Viñas, sino en su propia
trayectoria: la de llegar a ser historiador -a mi juicio uno de los más reputados
en España- después de haber sido catedrático de Economía, técnico comercial,
exfuncionario del FMI y desempeñar otros cargos ajenos a la investigación
histórica. Será un placer con toda seguridad leer La forja de un historiador, título no sé si provisional o definitivo de este nuevo libro.
DdA, XIX/5.370
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