Siempre es de celebrar que desde la televisión pública estatal se acometan iniciativas que tengan en cuenta la cultura. Esto es más de agradecer cuando, como ahora, pocas veces hemos padecido una TVE tan falta de interés, profesionalidad y ausencia de cultura.
Damos la bienvenida por ello al programa que se ofrecerá semanalmente en La Dos, a partir de este viernes, con el afortunado título Un país para leerlo. Presentando por el poeta Mario Obrero, premio nacional de poesía joven Félix Grande y Premio Loewe de creación joven, el programa contará en cada uno de sus trece episodios con la colaboración de escritores ligados a las ciudades de ese itinerario literario que se iniciará hoy en Granada, en compañía de Luis García Montero y Rosa Barber. En las siguientes entregas, Obrero visitará, entre las trece ciudades elegidas, Tenerife, de la mano de Juan Cruz y Andrea Abreu; Valencia, junto a Manuel Vicent y Ana Penyas, o Sevilla, con Isaac Rosa y Elisa Victoria. Me quedo sin saber qué autores acompañarán a Obrero por Madrid, la más literaria de todas nuestras capitales, que bien merecería más de una entrega por sí misma.
“Un país para leerlo” visitará localizaciones urbanas que se convirtieron en recordados enclaves de conocidos pasajes literarios a lo largo de la historia, al tiempo que hará lo propio entrando en las librerías más emblemáticas de cada una de las ciudades. No faltarán en ese recorrido literario por el país los clubes y asociaciones que fomentan la afición a la lectura, tanto entre las generaciones más jóvenes como entre aquellas personas -una mayoría- que no han tenido la oportunidad de asomarse a la literatura. También existirá una sección en la que se recomendarán libros publicados recientemente.
La hora de emisión del programa, a las 7,30 de la tarde, no es precisamente la mejor para que Un país para leerlo pueda contar con una buena audiencia. Hubiera sido más provechoso para los espectadores darle esa hora de emisión al tedioso espacio de arquitectura que se emite a diario una hora más tarde.
DdA, XVIII/5.286
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