Lazarillo
El
juzgado de primera instancia e instrucción 3 de la Bisbal d’Empordà (Girona)
investiga la muerte de Albert Solà, el hombre que aseguraba ser hijo del rey
emérito. Solà, de 66 años, se desplomó la noche del sábado en el bar al que acudía a diario a después de trabajar como camarero. Autor de una
autobiografía titulada El rey de La Bisbal, en referencia al lugar en el que
residía, Albert Solà tenía previsto intervenir en las semanas próximas en un
programa de Telecinco planteando su caso. Tras un periplo judicial, la demanda
de paternidad contra Juan Carlos I acabó en 2015, perdida la inmunidad del rey
emérito, en el Tribunal Supremo, que no la aceptó. Los magistrados consideraron que faltaba una prueba de
ADN, había inconsistencias y que se ocultaban datos.
Posteriormente recurrió al Constitucional, que tampoco aceptó su solicitud.
Uno de los elementos que blandió en diversas ocasiones Solà fue un perfil genético
que llevó a cabo con una mujer belga, Ingrid Sartiau, que también demandó al
Rey para demostrar que era su padre. Sartiau se puso en contacto con un
reputado genetista belga, Jean-Jacques Cassiman, y le proporcionó análisis
suyos y de Solà para determinar el parentesco. Los primeros resultados
arrojaban una probabilidad del 91%, según contó al diario El País Cassiman. Pero posteriormente, Cassiman aseguró que había recibido
una nueva muestra de Solà que demostraba que no eran hermanos.
“Ella recibió esa información a finales de 2012, pero no la ha querido
comunicar públicamente”, indicó entonces el genetista.
Según una información publicada estos días por el diario La Vanguardia, el programa de Cuatro En boca de todos tuvo acceso en exclusiva a las cartas que intercambió la Casa Real en nombre de Don Juan Carlos I con Albert Solà. Este martes, En boca de todos emitió un extracto de una de las cartas que Albert Solà mandó al emérito: "Querido padre, por medio de la presente, quiero informarle lo que está sucediendo en relación a la salud de mi madre adoptiva mi madre a sus 87 años está un poco delicada, padre estoy muy preocupado y sinceramente lo estoy pasando muy mal", empieza la carta. "Padre como usted bien sabe el gobierno catalán en el año 1993 trató de imponerme una madre falsa en México, avalado con 42 documentos falsos, le comentó de esta situación porque creo que tanto usted y mi madre biológica deben estar enterados", añadía Solà. "Me despido de usted y le mando un cordial saludo y un afectuoso abrazo, de su hijo", finalizaba la carta de Solà dirigida al rey emérito. Un escrito en el que las intenciones de Albert Solà quedaban muy claras.
Nacho Abad, presentador del programa citado, destacó que la Casa Real se puso en contacto con Solà para comunicarle que, si correspondía, le responderían. Por su parte, Solà relató a En boca de todos que, tras enviar la carta, su madre fue admitida en la residencia que habían solicitado para ella. De esta forma, él interpretó que el rey le había ayudado.
DdA, XVIII/5.284
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