lunes, 10 de octubre de 2022

"EN LOS MÁRGENES": JUAN DIEGO BOTTO, CONTRA LA NEUTRALIDAD


Alicia Población Brel

El día 7 de octubre se estrena la película En los márgenes, el debut del actor y director Juan Diego Botto protagonizado por Penélope Cruz y Luis Tosar. El pasado 30 de septiembre pudimos ver el preestreno de la película en los cines MK2 de Fuencarral.

En los márgenes es una película que se enmarca claramente dentro del cine social. Al verla nos acordamos de Sorry we missed you (2019) del director británico Ken Loach, siempre muy interesado por la realidad actual y la temática socialista, que narraba la historia de cómo una familia lucha por salir adelante económicamente después de la crisis. En esta ocasión, En los márgenes, se presenta en un Madrid muy actual tratando también temas relacionados con la economía social y, más en concreto, los desahucios.

            Tres historias

La película transcurre en el espacio de 24h en las que se nos presentan tres historias. La primera la protagoniza Penélope Cruz, encarnando a una mujer que, horas antes de que la echen de su casa, junto con su hijo pequeño y su marido, lucha y busca apoyo contra viento y marea. La segunda historia es la de un abogado, Luis Tosar, muy comprometido con su trabajo que, al ver cómo la policía se lleva a una niña de la casa en la que vive con su madre, pondrá todo su empeño por volver a reunirlas. La tercera historia nos muestra la relación entre una madre y su hijo y la dificultad para entenderse mezcla de la vergüenza y la falta de medios. Los personajes de las historias no tienen una relación entre sí demasiado vinculante, pero se encuentran en distintos puntos del film, como queriendo decirnos que, al final, todos somos parte de lo mismo

 “Si se te cruza no te queda más remedio”

Si se te cruza, no te queda más remedio, lo ves, eres partícipe”, esta frase, que aparece en una de las conversaciones del personaje de Tosar con su hijastro, Christian Checa, nos pone un espejo enfrente dándonos una bofetada de realidad. La mayoría de las veces preferimos volver la vista a los conflictos que no nos afectan de manera directa. Pero lo cierto es que cuando se te ponen delante de los ojos, no puedes tomar una posición neutral, tienes que elegir actuar, de la manera que sea, porque al fin y al cabo acaba afectándote de alguna forma. A pesar de todo, Tosar encarna un personaje que se podría definir como el héroe imperfecto, una persona muy implicada con su trabajo, pero nada preocupada por su familia.

Mujeres y hombres ante el desahucio

Azucena, Penélope Cruz, es una mujer luchadora, con quien empatizamos en cada lágrima, a quien comprendemos en su angustia y nerviosismo y ante quien sentimos una tremenda impotencia. Tanto Botto como la periodista y coguionista del film, Olga Rodríguez, convivieron con familias al borde del desahucio para poder entrar de lleno en la realidad de la película que querían hacer. Para ello acudieron también a las asambleas de viviendas, donde se dieron cuenta que había una gran diferencia entre el número de hombres que asistían y el número de mujeres. Contaba Botto en una         entrevista que es interesante observar cómo parece que las mujeres luchan de otra manera ante una situación extrema, mientras que los hombres parecen rendirse más fácilmente, perdiendo la autoestima y la esperanza. Precisamente el personaje que encarna Botto remarca estas características.

 No nos vale romantizar la pobreza

 El fondo de la cinta está claro que pretende concienciar de una realidad que parece cada vez más olvidada. Respecto a la forma, resaltamos el uso de la cámara en movimiento, que nos recuerda al género documental en muchas ocasiones, y contribuye a incrementar esa tensión de las 24 horas que se van consumiendo minuto a minuto. Como ya decía el director en alguna ocasión, en ningún momento se ha pretendido romanizar la pobreza. En muchas ocasiones, vemos series o películas protagonizadas por personajes de clase baja que tienen sin embargo, casitas acogedoras, con luz cálida y muebles de madera. En los márgenes presenta una realidad de fluorescentes, luces blancas, muebles de conglomerado, azulejos barrocos propios de las casa antiguas y bolsas de almacenaje robustas para transportar toda una vida tras el desahucio. Mostrar la realidad como lo que es, saca al espectador de su círculo, lo sitúa en el margen para observar, para que no le quede otra alternativa más que la de tomar partido. Otro punto a resaltar es la lejanía con la que se presentan los personajes antagonistas, los “malos” de la película. Los banqueros, los avales, en ningún momento se muestran claramente en pantalla, se intuyen los diálogos, pero no se manifiestan de manera explícita. Esta manera de tratar estos personajes pretende enseñar cómo la gente afectada siente esa misma lejanía ante quienes se benefician de las situaciones de precariedad de las personas. Así, también quien no se ve afectado por estas situaciones, las percibe de manera ajena, extraña, y siente que no tiene nada que ver con ello.

 Unos datos de realidad

 España tiene el parque de vivienda social más bajo de europea. Hay más de 100 desahucios al día en la actualidad y ha habido más de 4000.000 en la última década. Mientras en nuestro país las ayudas a la vivienda son del 3,5% en Francia son el 56%. Seguimos criminalizando a las familias diciendo que abusan de dinero público cuando no hay ayudas públicas. Esta es nuestra verdadera realidad, a la que volvemos la cara. En los márgenes es una película dura y necesaria para volver a ser conscientes del mundo en el que vivimos y entender que sí debemos tomar partido y que aquí ya no vale la neutralidad.

LAS FURIAS DdA, XVIII/5.282

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