Félix Población
Con esto del impuesto a las grandes fortunas está bocetando el PSOE en el Gobierno el primer round de la campaña electoral próxima, que consistirá con toda seguridad en hacer suyos los méritos que corresponden a sus socios en el ejecutivo, sin los cuales Pedro Sánchez no sería presidente.
Como el PSOE además dispone de una cobertura mediática afín, ayer hemos podido comprobar que lo que hace meses era una temeridad ante la cual los ministros psoistas se mostraban renuentes, hoy se vende como un logro del Partido Socialista. Solo hay que escuchar ahora a la ministra Montero Cuadrado, que lo es de Hacienda, y echar un ojeo a la hemeroteca, cuando hace un trimestre consideraba rechazable el impuesto a esos 23.000 potentados españoles.
Tanto ella como esos medios afines a su partido estaban entonces en contra de lo que ahora celebran como un éxito del Partido Socialista, eludiendo reconocer que, como en otros casos en los que se ha avanzado en derechos sociales a lo largo de esta legislatura, sin Unidos Podemos (UP) en el ejecutivo no se habrían conseguido esos logros.
La medida, además, visto lo que ocurre en algunas de las comunidades autónomas gobernadas por el Partido Popular -con Andalucía recientemente, suprimiendo el impuesto sobre el patrimonio- es actualmente más necesaria que nunca, con tal de evitar paraísos fiscales para un 0,5 de la población que se convierten en infiernos fiscales para el resto.
Es muy posible que llegados a la precampaña electoral e incluso antes, esta estrategia de llevarse los méritos por parte del PSOE en el gobierno sea mucho más incisiva y que contará con el respaldo mediático que ahora estamos apreciando. Y que para entonces no se tenga en cuenta que Montero Cuadrado quiere ese impuesto temporal, mientras UP lo reclama perdurable.
Lo que no sabemos es si esa estrategia dará resultado, porque hasta el momento no se está notando en las encuestas. Acaso porque ya está muy visto eso de que el PSOE solo levante el puño y cante la Internacional ante la expectativa de las urnas y, en este caso, ante la de que sus socios en el ejecutivo puedan restarle votos por los méritos que les corresponden.
DdA, XVIII/5.280
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