lunes, 19 de septiembre de 2022

QUANTA GUERRA: MEMORIA DEMOCRÁTICA EN VIVO



Félix Población

El pasado miércoles se estrenó en TV3 un magnífico programa de divulgación histórica cuyo propósito es acercar la memoria democrática a las jóvenes generaciones, según el director de ese medio. Algo así quisiéramos en cualquiera de los dos canales de la televisión pública estatal, pero con la actual dirección estamos muy lejos de que pueda ser realidad.

El popular comunicador Andreu Buenafuente inició la serie de cinco capítulos de que constará Quanta guerra* con la búsqueda de los escenarios donde discurrió la vida de su abuelo Mariano, miliciano anarquista de la 70 Brigada Mixta, hasta llegar a un punto de la sierra de Teruel en el que perdió la vida como consecuencia de un bombardeo de la aviación fascista italiana que causó 400 muertos entre las filas republicanas. 

Bajo la dirección de Nuria Castejón, el primero de esta serie de documentales (cinco en total, con otros tantos nietos a la búsqueda de sus abuelos) me ha dejado una muye buena impresión. Se trata de una buena idea, con un planteamiento muy acertado, minuciosamente documentado, desarrollado y contado, que llega al espectador por la carga de emoción que comportan los datos, hallazgos y escenarios biográficos que sobre su antepasado se le ofrecen a la persona invitada para asistir al reconocimiento de la memoria familiar. 

Excelente la labor  de Eloi Vila presentando y conduciendo a sus invitados, que en el caso de Andreu Buenafuente llegó a experimentar el dolor de andar descalzo sobre la tierra, igual que aquellos soldados republicanos masacrados por la aviación italiana en la batalla de Las Cabrillas, a un centenar de kilómetros de la localidad turolense de La Iglesuela del Cid. 

Sigfrid Gras, el director de TV3 es muy explícito a la hora de referirse a Quanta guerra: “Es una de esas propuestas que lo tienen todo: es un programa de orgullo que sólo puede hacer TV3 y es un programa de servicio público que nos lleva a visitar el territorio en la búsqueda de la historia del país, a través de la historia de personas que descubrimos conjuntamente a través de sus nietos".

Han tenido que transcurrir muchos años para que algo así fuera posible en una televisión pública. Habría sido mejor y más sano para la democracia española que en lugar de ser los nietos de las víctimas republicana hubieran sido los hijos los que hicieran ese tránsito de reconocimiento por su memoria.

*Con este mismo título escribió Mercè Rodoreda una novela, publicada en 1980, que quizá haya servido de motivo para dar nombre al programa.

     DdA, XVIII/5.269     

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