Cuando llueve fuerte hay fiesta bajo los mangos en Kobe, caen solos y no es necesario jugársela para subir a lo alto a buscarlos. Con una buena brazada de mangos, esta noche no habrá hambre y algo aliviarán su evidente estado de malnutrición. De camino a casa, por lo que antes era un bosque de maderas preciosas, como va descalzo, quizá se le clave una piedra en el pie, posiblemente esa piedra sea un diamante, allí se encuentran en el suelo, no a grandes profundidades.
La República Centroafricana es uno de los países más pobres del planeta, apenas existen animales salvajes, el hambre ha acabado con la fauna. Las guerras y la voracidad de los sucesivos gobiernos dictatoriales, por el control de sus inmensas riquezas, maderas preciosas, oro, diamantes y uranio, mantienen al país en el desgobierno. Las enfermedades endémicas como el paludismo, la malaria y la enfermedad del sueño, diezman una población con extensas áreas afectadas por malnutrición.
Esta es la quinta imagen que se publica esta semana en las páginas de Opinión de el Pais y también podéis verla en mi exposición, en la Alhóndiga, Segovia. BERNARDO PÉREZ
DdA, XVIII/5.273
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