miércoles, 14 de septiembre de 2022

LA MEMORIA DE "LOS CAXIGALES" SE TOPA CON LA IGLESIA EN LAVIANA (ASTURIAS)


Félix Población

La propuesta de Izquierda Unida para que el gobierno autonómico de Asturias haga de la fosa donde se hallan los restos mortales de la partida de Manuel Caxigal un lugar para la memoria, se ha topado con la iglesia en las personas del cura de Laviana y del vicario de Asturias, según leemos hoy en el diario La Voz de Asturias. Estos representantes del clero  se niegan a que se realice cualquier tipo de intervención  que adecente el lugar para tal propósito, que consistiría además en la colocación de una lápida que recuerde con sus nombres a quienes se enfrentaron con las armas a la dictadura y perdieron la vida en esa lucha. 


La fosa de la partida de Manolo "Caxigal" se encuentra tal cual fueron enterrados sus integrantes, con una placa con sus iniciales en el cementerio de San Esteban de El Condado (Laviana). Su ubicación y datos viene recogida en el Mapa de las Fosas Comunes realizado por la Universidad de Oviedo en colaboración con el gobierno del Principado. 


La partida de los hermanos Aurelio Díaz y Manuel Díaz (Los Caxigales) fue una de las más activas en la posguerra. Tanto uno como otro habían combatido en en el ejército de la República durante la Guerra de España y ambos se echaron al monte en 1937 tras caer Asturias en poder del ejército golpista. Su condición de ‘fugaos’ hizo que la maquinaria represora de la dictadura cayera sobre su familia. En 1939 fueron asesinados su padre y una hermana, tal como recoge Gerardo Iglesias en su libro Por qué estorba la memoria


Pasados unos años, Manolo Caxigal alcanzó la jefatura de la guerrilla asturiana y se convirtió en principal referente del Partido Comunista. Según Iglesias, “era valiente, sereno y reflexivo, sin que le faltara coraje para resolver situaciones complicadas en el seno de la Agrupación Guerrillera”. Luego de caer abatidos su compañero Casimiro Díaz en 1944 y su hermano Aurelio en 1948, también lo será Manolo ‘Caxigal’ el 28 de enero de 1950. 


El vicario de Asturias y el cura de Laviana se niegan a que los nombres de los guerrilleros permanezcan en la memoria del país por el que esos guerrilleros combatieron hasta quedarse solos en su lucha. No podemos olvidar que en Francia hubo asturianos combatiendo al nazi-fascismo, como el gozoniego Cristino García Granda, que fueron distinguidos allí con los máximos honores y distinciones. Es de esperar que el gobierno autonómico de Asturias (PSOE) actúe esta vez con diligencia para imponerse a dos rancios descendientes del nacional-catolicismo patrio, aplicando sin demoras la vigente Ley de Memoria Democrática.


     DdA, XVIII/5.265     

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