Félix Maraña
Tarde ni parda ni fría
En esta Soria arbitraria,
que dijo Gerardo Diego,
con este bastón de ciego
y esta dulce calma agraria,
pierdes la noción horaria
del tiempo y de la existencia,
con machadiana paciencia
un rumor de poesía
atraviesa noche y día
los pasos de la conciencia.
Tal vez la melancolía,
acaso el eco de un mundo
al que si no me confundo
llaman España vacía.
Un mundo lleno a porfía
de verdades asentadas
en los ojos, las miradas
de aquel poeta mayor
que retrató con dolor
gentes y tierras labradas.
DdA, XVIII/5.263
No hay comentarios:
Publicar un comentario