Félix Población
Como gesto político personal del rey y no de España ha de interpretarse la postura del Felipe VI sentado al paso de un símbolo del independentismo latinoamericano cual es la espada de Simón Bolívar, en el acto de toma de posesión del presidente colombiano Gustavo Petro. Pero el rey estaba allí como Jefe del Estado de nuestro país, por lo cual gestos políticos personales de esa naturaleza están de más mientras represente por su cargo y sueldo a España. A pesar de lo expresado por Pablo Iglesias en su magnífico artículo publicado en CTXT criticando la actitud del monarca (El rey y la espada de Bolívar), no creo que la personalidad de Felipe VI obedezca a la de alguien con cultura y conocimientos, pues me parece que con este bagaje un rey no puede hacerse notar tan lamentablemente con semejante comportamiento, que constituye a mi juicio una falta de respeto a la democracia y a la historia de emancipación de un país latinoamericano. Lamentablemente, el medroso Partido Socialista de España ha preferido pasar por alto esta ofensa de nuestro Jefe del Estado al pueblo colombiano que tanto ha agradado a nuestra (ultra)derecha patria. Como cabe suponer que con ese gesto Felipe VI iba a ganarse ese aplauso de la reacción, la Corona como institución vuelve a enlodarse tomando partido, por lo que es muy coherente pensar que cuanto más se afianza esa simpatía, más se degradará democráticamente la monarquía borbónica –según ilustra su historia-, y más necesario será esa tercera República que rescate los valores democráticos. Reyes así de mal sentados no deben tener futuro en un país que respete esos valores. Después de su modélico padre, Felipe VI sigue ganando puntos para ser desalojado del trono.
Léase@también: Adiós al histórico idilio españolista con Simón Bolívar (InfoLibre)
DdA, XVIII/5.240
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