jueves, 4 de agosto de 2022

GIJÓN: ALFOMBRA ROJA A LA SANIDAD PRIVADA EN SUELO MUNICIPAL


Fue aquella historica villa, tanto en el pasado más distante como en el más próximo, una comunidad que se mantuvo consciente de sus reivindicaciones sociales. Pero de eso parece que queda muy poco en los días que corren, cuando desde el Ayuntamiento de la ciudad, con la sola excepción de Podemos y la abstención vergonzante de Izquierda Unida, se le ofrecen a la sanidad privada terrenos municipales para que cunda el negocio, mientras asistimos día tras día a un mayor grado de precariedad en la pública. La fotografía que ilustra el artículo de Paco Álvarez en Nortes es suficientemente ilustrativa de que la movilización de protesta en la Plaza Mayor no fue todo lo masiva que cabría esperar. Hay varias formas de acallar a la gente y estamos siendo víctimas de una de las más sutiles y contundentes. Nos creemos libres porque podemos escribir lo que individualmente pensamos en las redes sociales, pero el escenario de la protesta siempre estarán en las calles, unidos y agrupados en una lucha numerosa y común en defensa de lo que hemos pagado con nuestro trabajo, nosotros y las generaciones que nos precedieron. Este Lazarillo lamenta aún más que un hospital de la sanidad privada, cada vez más pingüe de beneficios, vaya a tener sus cimientos en los campos donde vivió su niñez, junto a la vieja casa campesina que levantó con sus manos aquel abuelo al que no llegó a conocer porque los hornos de fundición de la antigua fábrica siderúrgica de Moreda acortaron su vida.

Paco Álvarez

La política institucional no es un territorio apto para personas vegetarianas, básicamente porque en ese territorio hay que tragar muchos sapos. Que se lo pregunten a Izquierda Unida de Xixón, que hace tres años decidió rentabilizar al máximo el único concejal que logró en las elecciones municipales de 2019 colocándolo en el equipo de gobierno. El PSOE se había quedado cerca de la mayoría absoluta en el consistorio gijonés, pero no alcanzaba esa suma con el solitario escaño de Aurelio Martín. No obstante, a los prebostes del socialismo gijonés les salía a cuenta integrar a IU. Izquierda Unida ofrecía una pátina de izquierdas frente a la izquierda montaraz que en el mandato anterior representaba Xixón Sí Puede y que en este mandato representa Podemos-Equo Xixón. IU estaba dispuesta también a compartir el desgaste que implica, inevitablemente, la labor de gobierno. El candidato de IU era Aurelio Martín, un clásico de la política asturiana, mientras que la candidata del PSOE era Ana González, una candidata de perfil bajo y una advenediza que sabía tanto sobre Xixón como lo que yo sé sobre ingeniería mecatrónica. A IU, que se había quedado en el chasis (ni el PCA ni IU habían cosechado nunca en Xixón unos resultados tan pobres) se le abrieron las puertas del cielo laico: con un solo concejal podría refrenar la natural deriva derechista del PSOE, debieron de pensar. A la vista de los acontecimientos, parece más bien lo contrario: que el PSOE, que tiene muchas tablas en los mamoneos de la política, ha refrenado el izquierdismo de IU.

Ayer el pleno municipal gijonés aprobó el turbio convenio que aprueba la construcción de un hospital privado en el barrio de Nuevu Xixón. Votaron a favor el PSOE, Foro Asturias, Ciudadanos, Vox y el concejal no adscrito Alberto López-Asenjo (un tránsfuga del PP, para entendernos). La falsa izquierda, la semiderecha, la derecha que no asume que lo es y la ultraderecha orgullosa de serlo a veces coinciden en este tipo de cosas, qué le vamos a hacer. Se opuso únicamente Podemos-Equo Xixón. Izquierda Unida, esa IU que históricamente ha defendido a ultranza los servicios públicos, se puso de perfil, se abstuvo. Qué pena. Y qué vergüenza.

Aurelio Martín vino a decir que la culpa era del anterior equipo de gobierno, de Foro. Vino a decir que eran hechos consumados: falso. El caso es que el bipartito gijonés formado por el PSOE y por IU, por acción en el primer caso y por omisión en el segundo, le tiende una alfombra roja a la sanidad privada. Y lo hace en el barrio de Nuevu Xixón, cuyo centro de salud (de salud pública, universal, gratuita) lleva años esperando una necesaria reforma, supeditada al parecer a la reforma del Hospital de Cabueñes. En su momento lo que hoy es el Centro de Salud de Nuevu Xixón-Perchera-La Braña fue el segundo ambulatorio de Xixón. La población de los barrios del sur de la ciudad, barrios de gente obrera, fuimos derivadas a él desde el ambulatorio de Puerta de la Villa, y allí recibimos la misma atención que recibían las gentes del centro de la ciudad. Aquello fue un gesto de progreso y de progresismo, una conquista de derechos también. Nos sentíamos orgullosas y orgullosos de aquel ambulatorio que hoy en día es un centro de Salud obsoleto.

Podría ser que empiecen a levantar en ese barrio, uno de nuestros barrios obreros del sur de Xixón, el nuevo hospital privado antes de que el Gobierno asturiano afronte la prometida reforma del centro de Salud. Podría ser que el Gobierno asturiano ya se haya comprometido con Quirónsalud, bajo manga, a derivar pacientes en lista de espera de la sanidad pública hacia esa multinacional alemana que se dedica a la salud como podría dedicarse a las apuestas online: el negocio manda. Podría ser que el PSOE, ese PSOE que cosecha sus votos en la izquierda para gobernar después pasándoles la mano por el hombro a los poderes económicos, se pase por el arco del triunfo las prioridades de la sanidad pública.

¿Pero qué pinta IU en esta ecuación? ¿Cómo puede ponerse de perfil IU en un asunto fundamental como es el derecho a la sanidad pública, gratuita y universal? A lo mejor Aurelio Martín o la dirección de IU de Xixón tienen respuestas a estas preguntas. Las espero ansiosamente.

       NORTES  DdA, XVIII/5.237      

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