viernes, 29 de julio de 2022

ZELENSKI Y ZELENSKA: UNA FOTO QUE EXPLICA LA PODREDUMBRE

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La guerra de Ucrania va a a dejar anotada para la historia una característica singular más, después de registrar la que aquí comentamos en varias ocasiones y sobre la que apenas se ha reparado o se ha querido reparar en nuestro ámbito geopolítico, siguiendo la consigna de Josep Borrell. Además de ser la primera guerra de la que no se tiene información por los medios de comunicación de una de las partes (Rusia), al haber sido bloqueados todos ellos por la Unión Europea, tendrá una vertiente glamurosa inimaginable en quien está al frente del país que la viene sufriendo desde hace más de cinco meses. Sobre los miles de muertos y heridos que está ocasionando el conflicto armado entre la población civil de su país, y también sobre los millones de refugiados que han abandonado su patria y se han esparcido por Europa buscando paz, trabajo y porvenir, el presidente de Ucrania accedió a posar junto a su esposa para la revista Vogue –una de las más importantes del mundo-, en una sesión de fotos que de seguro habrá indignado a muchos de sus conciudadanos, sobre todo a aquellos que han perdido a algún familiar durante los bombardeos rusos. Las fotos fueron realizadas por una afamada fotógrafa en localizaciones tales como las ruinas del aeropuerto de Kiev o la residencia oficial de Vlodomir Zelenski y Olena Zelenska, protegida por militares y trincheras con costales de arena. Que una artista de la categoría de Annie Leibovitz -añade Goti del Sol, por la fotógrafa-  intervenga en un producto así, viene a demostrar una vez más la sumisión de buena parte del mundo artístico a los poderes establecidos, como ha sucedido a lo largo de la historia. Hasta el muro de este Lazarillo ha llegado este texto, del que lamentablemente desconozco el autor o autora:

"Miradlos. Sin prisa. Analizad cada gesto por insignificante que parezca, cada pupila, cada mano, cada sortija dorada, el color de las ropas, las medias lunas negras que rodean los ojos de él, la dulzura de la mirada de ella, la melancolía de ambos. Es una obra para la posteridad. El tiene ojeras, barba, camiseta militar. Como un soldado que lleva meses sin dormir. Nos mira fijamente, culpándonos de algo. De no ayudar a su pobre pueblo, de dejarlos abandonados a su suerte ante el gran oso de las estepas. Un brazo descansa sobre la mesa, pero el otro muestra las venas, los músculos y la determinación de no abandonar Su mano no es una mano, es una garra que protege a su esposa como a todas las esposas del país, que entiende el dolor de todos, el sacrificio de todos. No duerme, no vela, no se detiene, con una mano golpea y con otra protege. Ella es delicada, parece que la suave brisa ucraniana besara sus cabellos del color de los campos de trigo, pero sus ropas son negras, austeras, como una prisionera de un campo de concentración, como una madre que ha perdido a sus hijos. Ella es Ucrania la madre de todos, la viuda de todos que se cobija en su hombre y deja caer una mano rendida mientras la otra se aferra al poder del héroe que los va a salvar a todos. Casi parece que se sientan en la misma silla y solo hay una mesa humilde, dos anillos de oro son su único lujo. Las puertas azules, el color frío entre los fríos. El más triste de los colores. No hay nada, ni un pelo de una ceja, ni el rojo de una uña, ni un ligero rubor de mejillas que indique que están vivos. Solo brilla su amor y su deseo de sobrevivir. La determinación de él, la abnegación de ella. Los dos parecen habitar en una olvidada y fría pensión de hotel, sin cuadros, sin decoración casi sin espacio. Solo ellos y sus anillos.Todo cuidado, estudiado, pensado durante días por especialistas de la imagen y de sus efectos en la psicología de masas. Nada es inofensivo aquí. Todo rezuma peligro, el mismo peligro de unos cojines de satén que guardan cristales afilados en su interior. Es una foto bélica. Toda la Historia del final del Capitalismo resumida en esta farsa pose de dos corruptos que están vertiendo la sangre de su país a cambio de la gloria propia. Un comediante de una gran tragedia y su actriz secundaria. Ambos figuras de cera esculpidas desde el Pentágono y con el dinero de los más crueles oligarcas que surgieron de las piedras del muro de Berlín.Una foto que nos habla del espíritu de los tiempos, de la podredumbre de todo lo que nos rodea".

DdA, XVIII/5.233

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