viernes, 15 de julio de 2022

¿Y SI AHORA FERRERAS FUERA TAMBIÉN PREMIADO COMO VALLÉS?

 


Félix Población

 

No habían pasado ni 48 horas desde que nuestro país conoció, a través de algunos medios de comunicación, una de las noticias que confirma lo justificado que en España resulta la falta de credibilidad de la ciudadanía en no pocos de esos medios. Las casposas y vergonzosas conversaciones entre el comisario ya jubilado y en la cárcel José Manuel Villarejo y el director de La Sexta y presentador de Al rojo vivo, Antonio García Ferreras, en las que se constata la fabricación de noticias falsas para desacreditar a Podemos, sirviéndose para ello de las cloacas policial y mediática.

 

Dos días después, digo,  la Academia de Televisión y de las Ciencias y Artes Audiovisuales informó que entre las 450 candidaturas  de los programas y profesionales a los Premios Iris de este año están Ferreras y Vicente Vallés en el apartado correspondiente a presentadores de informativos. Habrá quien piense que esa nominación, anterior a al escándalo de los audios con Villarejo, no conducirá al presentador de Al rojo vivo a ser galardonado. Sería lo más idóneo después de lo ocurrido, a fin de no hurgar en el desprestigio que ya sufre la profesión.

 

Desconozco lo que ocurrirá con Vicente Vallés, cuya trayectoria como presentador del informativo vespertino de Antena 3 se ha caracterizado por la manipulación y tergiversación de noticias al objeto de perjudicar o difamar también a Podemos. Sí sabemos que Vallés ya recibió, quizá por esto mismo, el premio Francisco Cerecedo de Periodismo de manos del Jefe del Estado, que le tributó en el acto de entrega encomiásticas palabras.

 

Sería muy deplorable que el presentador de Antena 3 fuera una vez más galardonado, estando fresca la manipulación de las declaraciones de la ministra Irene Montero a propósito de la masacre de migrantes perpetrada en la valla de Melilla, eludiendo la condena explícita y rotunda que la ministra de Igualdad hizo por tan ignominioso episodio en nuestra frontera sur.

 

Comprobado que Ferreras no solo permanece al parecer muy bien asentado como director de La Sexta y como  presentador de Al rojo vivo, sino que recibe apoyos explícitos de algunos de sus colaboradores, sería colmar de indignidad al periodismo español que ambos profesionales fueran distinguidos nada menos que por la Academia de Televisión.

 

Si ya sería denigrante para el periodismo español que Ferreras permaneciera al frente de La Sexta después de ser reveladas sus conversaciones con Villarejo, no cabría imaginar que se le premiase a posteriori, pero en este país no es descartable esa posibilidad, sabiendo lo que se va sabiendo y hasta qué punto buena parte del periodismo depende de las consignas e intereses de quienes son sus propietarios.


PS. De momento, lo que se está notando es una notable caída de audiencia en Al rojo vivo, un programa que fue superado ya en el pasado en varias ocasiones por los que presentaron en la televisión pública  Javier Ruíz y Jesús Cintora a la misma hora. Ambos fueron defenestrados por su competente profesionalidad. 




     DdA, XVIII/5.222     

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