Félix Población
Coincidiendo
con la cumbre hispano-polaco que se celebra hoy, en la que el Presidente del
Gobierno de España se entrevistará con el primer ministro de aquel país, la
Plataforma de Amigos y Compañeros del periodista español Pablo González ha
hecho público un comunicado en el que solicita a Pedro Sánchez que tenga en
cuenta los 150 días que este profesional de la información lleva detenido en un
país integrado en la Unión Europea. A Pablo González se le ha negado en estos
cinco meses que permanece encarcelado, acusado sin pruebas de ser un espía ruso
durante la guerra de Ucrania, la posibilidad de hablar con sus hijos en España
y de no poder hacerlo tampoco con su abogado de confianza para que conozca las
causas por la que se le acusa. Pablo González no ha vuelto a hablar con su
mujer desde hace 150 días En esa única conversación le
contó que había sido detenido bajo la acusación de ser un espía ruso, hizo
valer su inocencia y le encomendó que hablara con su abogado, Gonzalo Baye. Desde
ese 28 de febrero no ha habido ningún otro contacto directo. En todo este
tiempo, según leemos en el comunicado aludido, “Pablo ha estado desamparado
legalmente, sin acceso a un abogado durante semanas, y sin poder hablar con
su familia. Y todo, bajo la inacción de la comunidad europea, que con su
silencio y ciertas insinuaciones solo ha contribuido a expandir el “algo habrá
hecho”, una sombra que atenta, además, directamente a su credibilidad y
prestigio profesional”. La Fiscalía polaca no ha podido aportar hasta la fecha
ni una sola evidencia incontestable que justifique la intolerable situación en
la que se encuentra el periodista español, cuyo caso no ha merecido toda la
solidaridad que se habría dado entre los profesionales españoles de haber sido
detenido por Moscú por haber espiado para Ucrania. Tampoco a las instituciones españolas y europeas les han
parecido hasta ahora reprobables las circunstancias por las que pasa Pablo
González. En el comunicado leemos que el Pacto Internacional de Derechos
Civiles y Políticos de la ONU, ratificado por Polonia, establece en su artículo
14 que toda persona detenida tiene derecho a “disponer del tiempo y de los
medios adecuados para la preparación de su defensa y a comunicarse con un
defensor de su elección”. A Pablo se le sigue negando estos último al cabo de 150 días. Lo que se le pide al Presidente del Gobierno
español en su encuentro con Mateusz Morawiecki es que "interceda por él ante su
homólogo polaco para que pueda tener una defensa y un juicio justo, y, sobre todo, que se respeten sus
derechos. Por favor -leemos al termino del escrito-, realice las gestiones necesarias para que la situación de
Pablo mejore y pueda hablar con su mujer y sus hijos, que no entienden por qué
no dejan que su aita vuelva a casa. Sus padres y su hermana también necesitan
saber que está bien.
¿Hará algo de lo que se le pide en ese comunicado Pedro Sanchez? Me gustaría equivocarme, pero me temo que no. La guerra de Ucrania estará marcada históricamente por la decisión de la Unión Europea de privar a su ciudadanía de las informaciones procedentes de la otra parte del conflicto, por condenable que sea la invasión rusa. Un periodista español está sufriendo también las consecuencias de esto, que -repito- no sufriría durante tantos días en caso de haber sido detenido por Moscú bajo similar acusación.
DdA, XVIII/5.231
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