lunes, 11 de julio de 2022

EL SILENCIO DE YOLANDA DÍAZ, QUE SUSTITUYÓ A PABLO IGLESIAS EN EL GOBIERNO



Félix Población

Una vez escuchado y analizado el discurso de Yolanda Díaz el pasado viernes en Madrid, con motivo de la presentación de un proyecto político que se supone de izquierda y lleva por nombre Sumar, debo lamentar que la vicepresidenta segunda del Gobierno -sustituta en su día de Pablo Iglesias en tal cargo y compañera suya en Unidas Podemos- no haya hecho una sola referencia ni ese día ni después a las informaciones de cloaca que el diario El País y Crónica Libre han revelado, confirmando la persecución y acoso sufridos por el líder de Podemos desde altas instancias gubernamentales y a través de los medios de comunicación. Eso, sumado a la cacería con la que se persiguió al partido morado casi desde sus orígenes -sin descartar las divisiones internas en Podemos- hizo que Unidas Podemos redujera su presencia en el Congreso hasta lo 35 diputados y que Pablo Iglesias esté fuera de la política institucional. Este último fue, sobre todo, el objetivo perseguido y logrado, y creo que después de haber recibido Iglesias estos días la solidaridad del líder de la izquierda unida francesa, Jean-Luc Mélenchon, y la de varios presidentes de América Latina tras conocerse las informaciones aludidas, el silencio de su compañera Yolanda Díaz resulta muy poco digno de la alternativa política que pretende, sobre todo porque si está al frente de la misma se lo debe, en buena medida, a Pablo Iglesias. Creo que así es como no se suma.


Ferreras y cierra España

Félix Maraña


Patriótico periodismo,
patriótica policía,
vigías de noche y día,
expertos en ocultismo.
Profesiones que lo mismo
se inventan una mentira
que una verdad que delira
entre tanto manoseo.
Periodista y no me veo
en un oficio que expira.

A la cuadrilla de grillos,
se suma una donostiarra,
dicen que es moza de garra,
pero es igual a otros pillos.
Porque Ana Terradillos,
doble de Rosa Quintana,
asomada a la ventana
de la cloaca Telecinco,
trabaja con mucho ahínco
y perfidia malsana.

   DdA, XVIII/5218   

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