Félix Población
Se pasa mucha vergüenza ajena y mucho asco asistiendo día tras día desde hace ya demasiado tiempo a la degeneración de la mayoría de los medios de comunicación con los que este país cuenta. Quienes ya hace muchos años lamentábamos el periodismo que nos encontramos en los primeros tiempos de la Transición, cuando por circunstancias históricas había motivos para creer en la posibilidad de unos medios dignos a tono con los esperables nuevos tiempos, no pudimos imaginar que, de ahí en adelante, ni la democracia ni el periodismo españoles iban a ser los que sufrimos al día de hoy. Que haya excepciones no nos consuela, como estamos comprobando estos días con la actitud editorial mostrada por los medios, ya sean los progresoides, los de derecha o ultraderecha con respecto al incremento del gasto militar en un 2 por ciento del PIB con el cuento del peligro ruso otra vez al acecho de Europa, como en los tiempos de la Guerra Fría con la Unión Soviética. De ahí podemos pasar a la bochornosa manipulación con la que uno de esos medios ha difundido unas declaraciones de la ministra de Igualdad con respecto a la pasada matanza de inmigrantes en la valla de Melilla. Lo correcto sería pedir disculpas por haberlas eliminado, tal como hizo el escritor Arturo Pérez Reverte al darse cuenta de su "desliz" acerca del viaje "turístico" de Montero a Nueva York, pero como en la línea de esos medios las consignas son otras ajenas a la dignidad profesional y al reconocimiento de los errores, nada esperamos que pueda paliar su desvergüenza. Tampoco repararán quienes dirigen y controlan esos medios, o sí, en que con esa defensa editorial del 2 por ciento del PIB en gastos militares, aprobada tanto por la extrema derecha como por el PSOE, lo que manda en Europa es el dictado del presidente más nefasto de Estados Unidos en la historia reciente. Con Trump, una turba de sus partidarios asaltó el Capitolio sin necesidad de contar con un Tejero al frente. Se produjeron víctimas mortales y la imagen ofrecida por Estados Unidos entonces quizá tenga su repercusión en los libros de historia. Sobre todo después de que Europa se plegara a incrementar sus presupuestos militares en el 2 por ciento que reclamaba Trump, debido a una guerra que en la que la UE y Vladimir Putin se han puesto al servicio de los intereses de Estados Unidos y las empresas armamentísticas. Pierden con ello Ucrania -sobre todo-, Rusia y la propia Unión Europea, cada vez más sumisa a la alianza militar de la OTAN, cuya batuta maneja USA, sin sentir ningún pudor en hacerse durante la reciente cumbre de Madrid una foto delante del Guernica de Picasso, ciscándose en el alegato que proclama esta obra de arte.
LÉASE@TAMBIÉN: Por muy terrible que sea para el pueblo ucraniano, la guerra de Ucrania no es más que una cuestión secundaria inserta en una historia de dimensiones mucho mayores. Medios de destrucción, por Wolfgang Streeck, El Salto
DdA, XVIII/5213
No hay comentarios:
Publicar un comentario