martes, 14 de junio de 2022

POR UNA MOVILIZACIÓN MASIVA Y ACTIVA CONTRA LA RONDA NORTE



La preservación del Monte Naranco y su entorno debería ser para los ovetense motivo máximo de movilización popular. Por esos deberán oponerse de modo radical al desaguisado que representa el proyecto de la llamada Ronda Norte. El solo planteamiento del mismo dice mucho de la mentalidad de quienes se han atrevido a proponerlo y de lo poco que les importa uno de los patrimonios más relevantes de aquella ciudad y de este país. Este Lazarillo confía por eso en que la oposición de la ciudadanía será creciente y muy activa, con el resultado que estoy seguro desea la mayoría del vecindario y los muchos y asiduos visitantes que el Naranco recibe cada año. Como dice Celso, solo puede ser partidarios de esa agresión al patrimonio ciudadano los políticos sectarios, adictos al hormigón y la especulación, que tan acreditado signos de barbarie urbanística dejaron en el pasado en otras ciudades y villas de Asturias. Una barrabasada más y de este carácter no se puede permitir.

Celso Miranda

La movilización contra la Ronda Norte todavía no está al nivel de la agresión que esta infraestructura supone al patrimonio medioambiental, cultural, económico y social del municipio, pero ya se ha puesto en marcha. Una autopista de 6 carriles con 226 millones de euros de presupuesto y 4 años de plazo de ejecución previsto, en un entorno fundamental para el desarrollo de la vida del conjunto de las y los ovetenses como es el Monte Naranco (La Cuesta), merece el repudio de la mayoría social, a poco que esta se movilice. Porque quienes van a ser beneficiarios de la obra van a ser los de siempre, contratistas y allegados, y los especuladores de toda laya que trazarán una nueva frontera para sus desarrollos urbanísticos, que ya no será la frontera natural que la ladera del monte totémico debería suponer. Y los paganinis seremos toda la vecindad, pero especialmente aquellos que están sirviendo de excusa para tamaño desatino, los conductores de la zona, que añadirán a sus problemas de tráfico los derivados de los de la propia obra, durante años. Hay alternativas, ya se han puesto sobre la mesa y sólo los políticos sectarios, adictos al hormigón y a la especulación (al interés particular) y ajenos al interés general pueden defender este atentado, en pleno siglo XXI, cuando las tendencias de movilidad sostenible apuntan en dirección opuesta. Vayan apuntando sus nombres (los de esos políticos) para identificar sus listas electorales, que la memoria nos suele fallar cada cuatro años.

DdA, XVIII/5194

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