Félix Maraña
Lluvia de azufre sobre Madrid
No sé si ustedes lo notan
pero este olor de azufre
que Madrid padece y sufre
lo expelen los de la OTAN.
Son partículas que flotan
en el aire, mucho abuso,
esperando que la Ayuso
vuelva de Estados Unidos.
Y los pájaros reunidos
vuelan con rastro difuso.
Es una capa que encima,
para sopor de la gente,
volando con la corriente
de la corrupta calima.
Herida en su autoestima,
sintiéndose propietaria
de la finca, arrendataria
de un gobierno en propiedad,
Ayuso y su libertad
no soporta ser becaria.
Y se largó de Madrid
a tierras americanas
porque se moría de ganas,
y esto sólo es un ardid,
de encontrarse en buena lid,
con el poeta de España,
y volver, para dar caña
de cerveza y de la otra.
Ella es libre como potra
que a Julio Iglesias extraña.
Porque Madrid es España,
cosa que ya se sabía,
menos Ayuso, que un día,
mientras tomaba una caña,
discurrió que tal hazaña,
sólo se le ocurre a ella.
Ella inventó la paella,
la patria y la libertad,
la tierra con su heredad,
la luna, el sol y su estrella.
DdA, XVIII/6209
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