Félix Población
Pocos días después de saberse que Alberto Rodríguez encabezará una alternativa política en Canarias, que no descartará al parecer la posibilidad de pactar con lo que sume Yolanda Díaz a escala nacional, hemos conocido a través de Radio Euskadi y en versión digna de todo crédito de Ernesto Ekáizer, que quien ocupaba un escaño por Unidas Podemos en el Congreso de los Diputados volverá sentarse en el mismo porque así lo ha querido o querrá el Tribunal Constitucional.
Nunca debió ser desalojado de ese escaño Alberto Rodríguez por la presidenta del Congreso, porque nunca quedó probado, antes al contrario, que Rodríguez agrediera a un policía en una manifestación. Lo que pudimos ver en un vídeo en el que se recogían imágenes de la misma es que Alberto Rodríguez pretendió ante todo calmar los ánimos de los manifestantes. Si finalmente el Tribunal Constitucional devolviera el escaño al diputado de Unidas Podemos, como seguramente ocurra, lo que debería hacer la señora Batet, y no hará con toda certeza, es dimitir de su cargo, como pasaría en cualquier otro país por haber tomado una decisión injusta que ha privado de representación popular a buen numero de electores.
Es de felicitar que nadie se hubiera prestado en Canarias a sustituir a Alberto Rodríguez en el escaño que este se ganó con el respaldo de 60.000 canarios. Es de prever, asimismo, que la determinación del diputado canario por liderar un nuevo proyecto político en su ámbito territorial cuente en el futuro con un nutrido apoyo ciudadano. A las dotes políticas de Alberto Rodríguez hay que añadir el empeño y voluntad mostrados por recuperar su escaño y respetar y defender con ello al máximo a esos 60.000 canarios que representa. También, obviamente, esa posible resolución de Tribunal Constitucional le habrá de favorecer.
Es de reprochar que no todos en su propia formación política hayan respaldado a Rodríguez con la solidaridad que su personalidad política y humana merecen. Por lo que ha demostrado hasta ahora, este diputado canario es muy probable que en su venidera trayectoria política, apegado a la realidad y a los problemas de su tierra, tenga un muy brillante provenir. Se lo merece, se lo ganado.
DdA, XVIII/5195
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