jueves, 9 de junio de 2022

ADIÓS A JOSEFINA LAMBERTO, ALGO MÁS QUE LA HERMANA DE "MARAVILLAS"


Ana Ibarra Lazkoz

"la gente joven también tiene que saber y para ello se tiene que poner en los libros de texto. Fuí una vez dar el sermón a un colegio y les dije a los niños que estudien, que sean buenas personas y que no permitan que esta historia se repita", aseguraba Josefina Lamberto en una entrevista en este periódico en 2010. Quienes la conocimos en el comedor social damos fe de su fortaleza humana y entereza.


Ayer falleció a los 93 años sin lograr cumplir su sueño de encontrar y recoger los restos de sus familiares fusilados. Tenía siete años cuando los matones franquistas en 1936 y se llevaron al padre y a la hermana. Pertenecía a una familia de agricultores que "trabajó de sol a sol". Su padre, un labrador socialista, fue fusilado y nunca encontraron su cadáver. Su hermana de 14 años fue violada y luego quemada. La familia tuvo que abandonar Larraga, en Iruña vivieron de la limosna y el auxilio social. Maravillas se convirtió en el símbolo de todas las mujeres navarras represaliadas por el franquismo.


Josefina fue una de las fundadoras de la Asociación de Familiares de Fusilados de Navarra y llevó su causa a la querella argentina. Dice que se metió monja para ayudar a otros niños. Siempre portaba el pin morado del movimiento feminista, se levantaba a las seis y media, acudía a la lavandería de la Meca donde residía y hasta hace poco voluntaria en el comedor París 365: "Siempre me ha gustado ayudar a los pobres". Vidas y luchas de las que tenemos mucho que aprender. Al menos su hermana logró dar nombre a una plaza en Lezkairu (2018).


NOTICIAS DE NAVARRA   DdA, XVIII/5190

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