jueves, 19 de mayo de 2022

PEINETA DE LA CORONA A LA DEMOCRACIA

 


Félix Población

Tal como refleja cabalmente mi estimado amigo Álvaro Noguera en su viñeta, el retorno a España de Juan Carlos I, con el permiso por razones de coito o de sangre de su hijo y actual Jefe del Estado, supone una peineta por parte de la corona a la democracia española. 

Si ya la monarquía ha ido perdiendo en los últimos años buena parte del respeto que  merecía a un sector mayoritario de la población, la llegada hoy a Sanxenxo de quien huyó de España hace dos años por haber incurrido en varios delitos fiscales que no fueron denunciados por la inviolabilidad de la que gozan los reyes en España, va a comportar un mayor descrédito aún de la corona. 

Esto es algo que los mediaprogre no reflejan estos días, tratando de mantener en la figura de Felipe VI el crédito de la institución, sin reparar siquiera en que el actual Jefe del Estado goza de los mismos privilegios constitucionales de los que disfrutó su padre para cometer sus delitos, por lo que la historia podría repetirse. Al fin y al cabo, es la historia de la dinastía borbónica en este país. 

Pero si la interpretación de esos medios trata de preservar a la corona en la persona de Felipe VI, el tratamiento que al retorno del emérito le está dando la ultraderecha y la derecha mediática es auténticamente nauseabundo y denota hasta qué punto la monarquía ha gozado en España, después de que la instaurara el dictador, de un tratamiento cortesano y servil propios de un pasado absolutista. 

Lo más deplorable es que también en nuestra televisión pública se ha expuesto de modo denigrante esa pleitesía, hasta el punto de plantear como único conflicto, creo que en uno de sus programas de debate, si el estado de forma de un monarca octogenario, afectado por varias enfermedades graves y operado  en repetidas ocasiones, será el adecuado para ponerse al timón de una de las embarcaciones que competirán en las regatas de Sanxenxo. ¿No se llamaba Bribón la del emérito?

El autor de los esperpentos no se encuentra entre nosotros para dar fe de que su género en este país no deja de acumular episodios, como en tiempos de la reina castiza o en los de su padre, el rey felón, al que a pesar de su felonía se le recibió con alborozo a su regreso de Francia: ¡Vivan las caenas!

UN DÍA TRISTE
Fernando de Silva
La vuelta del rey emérito, después de haber sido "absuelto" de sus demostradas fechorías con la complicidad de la Fiscalía y del Tribunal Supremo, es una pésima noticia para nuestro país, en especial cuando no demuestra encontrarse arrepentido de nada y tal parece que es bienvenido por la mitad de los españoles, lo que demuestra la catadura moral y la indecencia de muchos ciudadanos. Y lo más llamativo es que su primera actividad será la de participar en una regata en Sanxenso, rodeado de los suyos, y para gloria de Galicia, como ya ha insinuado su actual presidente.
Cada vez tengo más claro que nunca ha hecho nada por España, y sí por sus intereses personales, acumulando un patrimonio propio de un ladrón de guante blanco e incompatible con sus ingresos. En definitiva se ha reído de nosotros durante décadas en nuestras narices, viviendo como un rey feudal. Ya no tengo ninguna duda de que el 23F se limitó a poner el culo en el lugar más adecuado en razón al devenir de los acontecimientos; y nada más.

ZARZUELA DE MARISCO
Félix Maraña

Sin que se entere la plebe,
y le duela a quien le duela,
se verán en la Zarzuela,
pero será encuentro breve.
Comida frugal y leve,
a ser posible vegana,
que la emérita es muy sana
y está nerviosa, ¿por qué?:
en dos años no se ve
con un campechano igual,
que se ha portado muy mal:
"Lo siento, me equivoqué".
Juanito vuelve al aprisco,
pero será encuentro tenso,
repuesto desde Sanxenxo,
donde se forra a marisco.
Viene contento, que el fisco
no le ha exigido el dinero,
por ser Juan Carlos, primero,
y, después, por ser Borbón.
Inviolable en algodón,
bien forrado y no de cuero.

     DdA, XVIII/5171     

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