Paco Faraldo
SAHARA
La patria es eso:
un territorio inhóspito
donde arrojar los restos del cigarrillo
y la última cabra
rumia unas cajas de cartón
con un rótulo que dice «frágil».
Los náufragos de la arena
plantaron allí sus bosques de lona
y fatigaron sus ojos ardientes
escrutando la hammada.
Beben sin pausas
el primer te,
ese que es amargo como la vida
y el agua de las cisternas oxidadas
va oscureciéndoles los dientes.
Más que muertos, son desaparecidos.
Mientras tanto,
inunda nuestra tribu encanallada
la calima que de allá viene
manchando conciencias y pertenencias
con el color reconocible de la traición.
DdA, XVIII/5128
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