miércoles, 16 de marzo de 2022

NECESITAMOS CADA VEZ MÁS MÚSICA, POESÍA, LENTITUD Y SILENCIO


Félix Población

El BBVA, en colaboración con el diario El País, difunde desde hace algunos meses unos vídeos muy pulcros en los que se le plantean varias preguntas a una persona afamada o prestigiada en su profesión. La iniciativa lleva por nombre Aprendamos juntos, al que se le añade a modo de subtitulo aclaratorio: Un proyecto de educación para una vida mejor.

En el último de los vídeos difundidos aparece el reputado musicólogo, ensayista y poeta Ramón Andrés (Pamplona, 1955), que hace las siguientes consideraciones con la serenidad propia de lo que expone: "Creo que la sociedad de hoy necesita música, poesía, lentitud y silencio. Es preciso detenerse a pensar, es un acto de rebeldía y una actitud revolucionaria en estos tiempos".

Para Ramón Andrés, que recibió el Premio Nacional de Ensayo del año pasado por su libro Filosofía y consuelo de la música y es autor asimismo de Los árboles que nos quedan y Pensar y no caer, la poesía y la música son unas formas de orden y consuelo, aunque para otros -entre los que me cuento- sean algo más, e incluso mucho más. El autor nos ofrece en el último de los libros citados -según se nos dice en la información complementaria que ofrece el BBVA- una lúcida y profunda reflexión sobre nuestra sociedad y nuestra época.

Este educador mensaje, promovido por una entidad bancaria, es en verdad saludable y digno de atención, muy al contrario de lo que representa el desahucio promovido por otra entidad bancaria, Liberbank, en la persona de una vecina de la barriada de San Antonio en Ciñao, Langreo (Asturias), con dos hijos de corta edad, por impago de 600 euros en las cuotas de alquiler -luego subsanado en cuanto se le comunicó el impago-, sin que el banco tuviera en cuenta esto último. El impago coincidió con el fallecimiento de un tercer hijo de esa persona, circunstancia también a considerar a la hora de dejarla sin casa.

El plazo se cumplía ayer, pero tal como nos informa Pablo Fernández, la jueza paralizó temporalmente el desahucio ante la solidaridad que se le prestó a la vecina delante de la vivienda para tratar de impedirlo, algo que con toda seguridad comprenderá Ramón Andrés, ya que, además de la necesidad incuestionable para nuestra sociedad de música, poesía, lentitud y silencio, y la de pararse a pensar como acto de rebeldía y actitud revolucionaria, no cabe otra que la solidaridad ciudadana mostrada en Ciaño ante la miserable codicia y falta de humanidad de los bancos.

Es lo que corresponde ante esas entidades multimillonarias que no dejan de acumular beneficios año tras año y donde todo se compra y todo se vende, hasta esos mensajes tan lindos y necesarios como los que se envuelven como un artículo de lujo bajo el eslogan Un proyecto de educación para una vida mejor.


DdA, XVIII/5111

No hay comentarios:

Publicar un comentario