Pablo Álvarez
Todos los años, según va acercándose el 8 de marzo, la misoginia del macho español alcanza sus cotas más altas. Ver a las mujeres reivindicando derechos es más de lo que estos especímenes pueden soportar y, en consecuencia, sacan a relucir todo el odio, trauma y complejos que lleva dentro. En esta ocasión, ha sido la guerra en Ucrania y la prohibición de salir del país a los hombres de entre 18 y 60 años lo que ha disparado el cuñadómetro y no han sido pocos los de esta especie los que han repetido una y otra vez su frase favorita: "¿Cuándo van a ir las feministas a exigir la igualdad en Ucrania?
Más que decirlo lo escupen, ufanos y orgullosos de tanta inteligencia y astucia. Ha tenido que estallar una guerra para que estos especímenes descubran a la mujer ucraniana, una privilegiada en toda regla, como el resto de mujeres del mundo. Además del de poder escaquearse de ir al frente para disfrutar de las bombas en compañía de sus hijas e hijos, las mujeres ucranianas tienen otros "privilegios", como el ¡de ser agredidas sexualmente, en tiempos de guerra la violación es un arma bélica y la mujer violada un trofeo con el que humillar al enemigo, o el de caer en manos de las redes de proxenetas que, al otro lado de la frontera, acechan para poder captar a aquellas mujeres que huyen de la guerra y, después de haberlo perdido todo, se ven obligadas a vender su cuerpo. Una situación que no es nueva para la mujer ucraniana, ya que hablamos de un país asolado por la corrupción, la miseria y las desigualdades. Un país, convertido en paraíso de la trata y referente del turismo sexual, en el que más de 50.000 mujeres, muchas de ellas menores, "viven" de la prostitución.
¿Os parecen pocos privilegios? Pues la mujer ucraniana todavía tiene otro, aunque también pasa por vender su cuerpo. Ucrania es el paraíso de la maternidad subrogada y las mujeres ucranianas son el vientre de alquiler de Europa. Máquinas de gestación al servicio de gentuza con más dinero que escrúpulos. En eso las han convertido.¿A que de estos privilegios no os acordáis, machitos? Para qué, con odiar tenéis bastante. Y no creáis que en Ucrania no hay feministas, FEMEN tiene allí su origen, lo que ocurre es que las persiguen, las encarcelan y las matan. ¡Eso seguro que sí lo sabéis, por eso os encantaría enviar allí al movimiento feminista de nuestro país. Ellas seguro que irían, el feminismo no conoce ni miedos ni fronteras, pero no lo hacen porque vivimos en un país en el que las mujeres siguen siendo asesinadas, violadas, maltratadas y humilladas por gentuza como vosotros.
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