Lazarillo
Ayuso
pidió el pasado martes, en la Junta Directiva Nacional del Partido Popular
celebrada en Madrid, expulsar del PP a los que formaron parte de la campaña
contra su persona, argumentando que “no cree en las heridas cerradas en falso”.
Lo dijo estando a la espera de que se investiguen los presuntos delitos de corrupción
que pesan sobre ella por el contrato de mascarillas del que supuestamente se
benefició su hermano. Es igual que sobre Ayuso pesen sus mentiras, como la que
acaba de desvelar el presidente en funciones de la Cámara de Cuentas de Madrid,
negando lo afirmado por Ayuso de que la adjudicación de 1,5 millones de euros
en mascarillas a un amigo de los Ayuso estaba ya fiscalizada. Díaz Ayuso consideró en la citada Junta Directiva que
el supuesto espionaje al que fue sometida desde la directiva de su partido
requiere “investigar y expulsar a sus autores”, entre los que estaría el actual
y eventual líder del PP. Todo parece indicar, por lo tanto, que Núñez Feijóo tiene ante sí un porvenir que creo queda
resueltamente expresado en la composición gráfica de mi estimado Pep Roig. Doña Isabel no se va a conformar con lo que es y tiene porque quien le mueve los hilos tiene como como objetivo La Moncloa. Para ello hay que partir de la base de que el contrato de las mascarillas se quedará en nada. La justicia es igual para todos.
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