jueves, 10 de marzo de 2022

EL ARZOBISPO SANZ MONTES Y TRES CURAS TRABUCAIRES

Vicente Bernaldo de Quirós

Las sucesivas apelaciones del arzobispo de Oviedo a las pláticas de la extrema derecha con alusiones a la ofensiva de la masonería y el marxismo nos recuerdan que hay una especie de tradición de curas trabucaire en nuestra comunidad autónoma, de la que Jesús Sanz Montes bebe, y yo diría que con fruición, por lo que sus mítines ya no sorprenden en esta tierra.
En los últimos tiempos, en Asturias han fallecido tres de esos curas de visión preconciliar e ideología de extrema derecha: don Boni, don Pío y don Ángel, con el tratamiento de respeto que siempre se le ha dedicado a los sacerdotes por parte de sus feligreses , por ende, de la sociedad civil, aunque fuera más agnóstica que creyente.
Don Boni, como se conocía a Bonifacio Sánchez, que falleció hace más de quince años, era un párroco gruñón y de la antigua escuela nacionalcatolicista, que reinó en la iglesia gijonesa de San Pedro unos cuantos rosarios.
Otro de estos sacerdotes de la vieja usanza era don Pío, que en la iglesia del barrio residencial de Somió custodiaba las costumbres y forma de pensar de las personas de orden, y cuya época en esa parroquia superó los 50 años.
El último fallecimiento de curas trabucaires es el de Angel Garralda, que en su día fue el puntal de la extrema derecha clerical en Avilés y sus loas al franquismo eran dignas de anecdotario entre cristianos y no creyentes. Este don Ángel aguantó en el mundo 98 años y era toda una institución en la parroquia de San Nicolás de Bari.
Estos tres curas que mantuvieron las esencias de una iglesia autoritaria son la semilla de la que surgió monseñor Jesús Sanz Montes, arzobispo de Oviedo a mayor gloria de Dios, que se debe creer aún que la Iglesia española tiene el mismo poderío que cuando mandaba aquel señor bajito. Y ahí lo tenemos alegrándonos el espíritu con sus pastorales.

DdA, XVIII/5105

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