Félix Maraña
Rajoy y su primo
Dicen que vuelve Rajoy,
que vuelve Trillo y su primo,
que vuelven con el Camino,
y si ellos vuelven, me voy.
Pues si estoy en lo que estoy,
alguno de los dos sobra,
los dos viven de la Obra
y ambos fueron condenados.
Uno, por los diputados,
que lo mandaron a casa
y el otro, para más guasa,
porque enterró a los soldados.
Vuelve el pasado hasta hoy,
vuelve el ayer desfasado,
viene Feijoó descarado,
viene armado en su convoy.
Se va Casado, el choroy,
y crece Díaz Ayuso,
vuelve también quien la puso,
y que alimentó a las ranas.
Esperanza tiene ganas,
sapos, culebras y fluzo.
Pero su flujo es de vientre,
porque Feijoó viene a dedo,
su democracia es un pedo
que mata a quienes encuentre.
Porque su gente es un frente,
falangista convencida,
tomó la calle encendida,
enviados de Isabel.
Ella sujeta el cordel
y Adolfo saja la herida.
El dedo de Manuel Fraga
designó a José María
y éste no dudaría
en señalar en la saga
a Mariano, porque traga
y obedece a los patrones,
jugando a pares y nones,
Soraya o la Cospedal,
y de rebote un chaval
les birló las elecciones.
Pero heredó su pasado
y el pasado no perdona
y le puso punto y coma
y se merendó a Casado.
Feijoó estaba agazapado,
llegó a Génova dispuesto,
exigiendo que el depuesto
deje la vía expedita.
Democracia pon y quita,
las primarias no es lo vuestro.
Feijoó no está homologado
en la tradición cristiana,
tiene mujer, su paisana,
pero es soltero y casado.
Y lo que en Roma es pecado,
en Santiago se perdona,
Génova admite la clona
y da su autorización.
Esconde la corrupción
en su moqueta de lona.
Se reunieron los pastores,
que la oveja estaba muerta,
cerrando a llave la puerta
para esconder sus olores.
Buscando tiempos mejores,
los barones y barona,
pizpireta, chula y mona,
se conjuraron a una.
Quieren asaltar la luna,
que los cielos ni de broma.
DdA, XVIII/5102
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