Lazarillo
Ayer intervino Pablo Iglesias en León en la convocatoria que Unidas Podemos celebró en la cuna del parlamentarismo mundial con vistas a los comicios autonómicos del próximo domingo. Lo hizo haciendo memoria de la mitología clásica con un verso de La Eneida, de Virgilio, a propósito del Caballo de Troya: Timeo Danaos et dona ferentes (Temo a los griegos incluso cuando viene con regalos). Lo quiso hacer para demostrar la enseñanza de esa cita, por encima de muchos cursos de administración y comunicación política. Después de aludir al tamayazo del otro día en el Congreso durante la aprobación de la reforma laboral -salvada de milagro después de que las fuerzas de la izquierda se pelearan entre ellas-, Iglesias se refirió a los compañeros troyanos del PSOE que no acaban de comprender que los pactos con la derecha, o la llamada geometría variable, es aceptar caballos de Troya. A continuación se centró en dos temas vinculados de los que no se está hablando en esta campaña electoral en Castilla y León: la polémica de los debates electorales y los casos de corrupción asociados al Partido Popular. El exlíder de Podemos dejó planteadas para el respetable estas preguntas: "¿Pueden ser limpias unas elecciones si buena parte de los medios están en manos de dos constructores [Antonio Miguel Méndez Pozo y José Luis Ulibarri] condenados por corrupción y vinculados con el PP? Si la Junta compra esos medios con publicidad institucional, ¿es posible que esos medios tengan posibilidad de hablar de los casos de corrupción que afectan a Mañueco?". Lo que ocurrió horas después en la información facilitada por dos de esos medios es que ni El Diario de León ni La Nueva Crónica recogiesen en sus ediciones digitales esta parte fundamental del discurso de Iglesias. Sí hubo reseña de ella en iLeón. No hace falta referirse siquiera a CYLTV, donde se le tributó una servil entrevista a la presidenta de la comunidad de Madrid y modelo de gestión de Mañueco.
DdA, XVIII/5076
No hay comentarios:
Publicar un comentario