Félix Población
El pasado mes de octubre, el Partido Comunista y el Bloque de Izquierda, socios del Partido Socialista en la llamada “gerigonça” que gobernó Portugal desde 2019, tumbaron las cuentas de los presupuestos para el año actual por un desacuerdo en medidas tales como el IVA a la luz, el salario mínimo o la lucha contra la pobreza. Eso trajo consigo la convocatoria de la jornada electoral celebrada ayer en el vecino país y sobre la que la demoscopia adelantó unos resultados que distan bastante de los que se han dado finalmente. El Partido Socialista ha ganado no sólo los comicios por mayoría, sino que su victoria ha sido rotunda en relación con sus adversarios del centro-derecha: ha obtenido casi un 42 por ciento de los votos y 117 escaños, muy por encima del partido del PSD, que ha pasado de los 74 escaños logrados hace dos años a los 76 obtenidos en esta ocasión. Bien es cierto que la extrema derecha se ha colocado como tercera fuerza política al obtener el 7,15 por ciento de los votos y lograr 12 escaños, partiendo del único diputado del que disponían. Pierde ese puesto el Bloque de Izquierda, que de los 19 diputados pasa a 5, con poco más del 4 por ciento de los votos, al igual que el Partido Comunista y el Partido Ecologista, lo mayores derrotados en esta convocatoria. Si se tiene en cuenta que el primer ministro António Costa ha tenido que gobernar, como ocurrió en el resto de países de nuestro continente, durante la pandemia, es sin duda muy meritorio el histórico resultado obtenido y podría dar alguna pista en relación con las venideras convocatorias electorales en nuestro país, si se dieran circunstancias similares a las que acortaron la pasada legislatura en Portugal. Mi estimado Paco Faraldo, que tanto sabe y gusta de nuestro vecino de poniente, escribía hace unos días lo que sigue como indicio ambiental de lo que finalmente le ha ocurrido a la izquierda en las urnas ayer domingo: "La política ha abandonado la calle o la calle ha abandonado la política y los partidos que necesitan el contacto directo con sus electores han perdido gancho. Los mítines de la CDU (comunistas + verdes) también sufren de los mismos males: la pandemia que afecta fuertemente a sus votantes, de edad bastante alta, y la ausencia del líder en la campaña, tocado por la enfermedad, han impactado fuertemente en su capacidad movilizadora". También en España está muy desasistida la calle desde que tenemos el actual gobierno de coalición.
PORTUGAL: MÁS PS
Paco Faraldo
DdA, XVIII/5080
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