Nacho Fernández de Castro
En el jurado profesional estaba Miryam Benedited, actriz y bailarina que forma parte del equipo de 'Tu cara me suena' (Antena 3), y en su grupo de trabajo estuvo bastante tiempo Chanel.
Aparte de ello (que ya es bastante) la canción (de ritmo y tono de dudoso gusto y nula vinculación española) tiene una elevada presencia de anglicismos en la letra (desde su propio título “SloMo” hasta “party”, “monetary”, “daddies”, “secondary”, “doom”, “boom”, “zoom”, “ready”…) que rozarían el incumplimiento de las normas del concurso. También se habla, por último, de otros curiosos y presuntos intereses ocultos en la victoria de Chanel para representar a España en Eurovision por parte de alguien del ente RTVE que propuso hace tiempo el tema de “SloMo” a varias productoras que lo rechazaron… Y, mágicamente (por decisión de un "jurado profesional" y a un “voto demoscópico" sacado de la manga), aparece en Benidorm Fest de la mano de una artista profesional (pero desconocida para el gran público y como cantante solista), para ganar contra todo… Y contra todas y todos.
No es un problema de la cantante, sino de quiénes la seleccionan y del modo trapichero cómo lo han hecho… Chanel Terrero, nacida en Cuba en 1991 y residente en España desde los cuatro años, domina evidentemente las tablas porque sí ha participado en papeles menores en musicales como ‘Flashdance', ‘Nine’, 'El Rey León’, ‘El guardaespaldas’ o ‘Malinche’ o 'Mamma mia' y, como actriz, en series de televisión como ‘Águila Roja’, ‘El secreto de Puente Viejo’, 'Gym Tony', ‘El continental’, o en la película de Agustí Villaronga ‘El rey de La Habana’, y hasta logró bailar con Shakira en 2010, en los MTV Europe Music Awards… Pero canción para representar a España, la verdad es que no. Yo, que nunca fui un fan de Eurovisión (al estilo de toda es gente ahora renacida y me alegré mucho de que fenómenos como Chiquilicuatre sirviesen para hacer mofa y befa de su solemne casposidad, hoy también me avergüenzo, pese a todo, esa canción represente al país en el que resido y del que tengo DNI.
El coco de Chanel
Félix Maraña
La canción de Eurovisión,
rebosante de incultura,
es una nueva impostura
de España televisión.
Porque bailar a ese son
sólo puede hacerlo Iceta,
que es ministro de retreta,
como su predecesor.
No habrá manera mejor
para mejorar la dieta.
Porque mejorar la oferta
tampoco es tarea fácil,
si nos presentan al grácil,
modelo de Màxim Huerta.
Imposible, si a la puerta
está esperando Bosé,
ministro del no sé qué,
que pudo ser de Cultura.
Chanel es otra impostura
que oprime como un corsé.
Catalana como él,
con música en las caderas,
tiene las mismas maneras
que su ministro Chanel.
Su canción es copia fiel
de todo principio hortera
que invade hasta la cartera
del ministro más bailón.
A Iceta este mogollón
le enciende sobremanera.
Televisión Española,
la de la España atrasada,
tiene poco, más bien nada,
y se consume ella sola.
Y está en el furgón de cola
de un futuro de progreso
porque fabrica en exceso,
esperpentos de solera,
anticultura de cera
y mucho Fernando Esteso.
La canción, porno y machista,
avergüenza a quien escucha,
cuando la mujer de hoy lucha
por superar al clasista,
que es el dueño de la pista
del baile de cada día.
No se entiende, cuando había,
dos canciones de verdad, reivindicando igualdad,
amor, pasión y alegría.
Se me enfurece hasta el ceño,
al leer la traducción,
que de esa sucia canción
hace el poeta Cumbreño .
¿Quién ha tenido el empeño
de premiar este alegato,
necio, vulgar y barato,
asqueroso sin remedio?
A mí me provoca tedio,
cabreo y digno arrebato.
DdA, XVIII/5079
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