jueves, 16 de diciembre de 2021

EL EMÉRITO VA CAMINO DE ESTORIL, COMO SU PADRE



Félix Población

No lo dijo Pilar Urbano, que suele saber de estos asuntos reales, pero sí dio por hecho que el rey emérito regresaría en breve procedente de Abu Dabi, dando por seguro que su retorno no será por Navidad, pues haría publicidad de El Almendro sin llevarse un euro y aguaría a la vez el discurso de su hijo el 24 de diciembre, sino para el mes de enero, por lo que no cenará con su esposa en amor y concordia en la noche de paz, según deseo de doña Sofía, tal como contó Urbano y tanto cuesta creer. Lo que no dijo la citada periodista, en su entrevista con su colega Ropero en El Intermedio, es lo que leemos hoy en algún medio y cuaja mejor con el historial de la borbónica saga: que un emisario de la Casa Real se ha desplazado a Abu Dabi a fin para tratar de que el rey padre siga los mismos pasos que su progenitor durante la dictadura y establezca su residencia en Estoril. Como es sabido, no está El Emérito por la labor, pues lo que quiere y hasta reclama este es volver a España, residir en La Zarzuela y cobrar 200.000 euros al año hasta que la muerte nos lo lleve. Ese realojamiento parece de todo punto impensable, a no ser que el rey padre esté en contra de su hijo, por el perjuicio que le ocasionaría a don Felipe tal vecindad. Todo se dilucidará en las próximas semanas, sin que hasta ahora se haya hablado de la salud de don Juan Carlos, algo que también podría tener alguna relación con la urgencia que se le quiere dar al retorno y que todos los medios parecen pasar por algo. No estaría bien que quien, según la historia oficial escrita hasta la fecha, defendió a su país de un intento de golpe de estado hace cuarenta años, expire en el país dictatorial donde buscó refugio cuando pesaban sobre su persona una serie de presuntos delitos. En la memoria de todos, menos en la de las derechas patrias, está aquel titular de un artículo publicado en el prestigioso diario  New York Times en el que se resumía la trayectoria biográfica Juan Carlo I como Una doble vida inmoral.

PS. Ayer falleció de repente, como se decía antesJuan Antonio Campos, el fiscal de Tribunal Supremo que investigaba al rey emérito. Su muerte, a los 71 años, se produce cuando la investigación al rey emérito está prácticamente concluida y el teniente fiscal del Supremo ya tenía decidido desde hace semanas cerrar el caso. La intención inicial era decretar el archivo antes de este viernes 17 de diciembre, cuando concluía el plazo tope de investigación de una de las tres diligencias abiertas, las relativas a dinero oculto en un trust financiero domiciliado en el paraíso fiscal de Jersey supuestamente vinculado al rey emérito. Pero el retraso en el envío de una documentación solicitada a Suiza llevó a Campos a pedir hace unas semanas una nueva prórroga en la investigación, que le fue concedida por la fiscal general. Tras esa ampliación, los fiscales tenían otros seis meses para presentar sus conclusiones, aunque la intención de Campos era no apurar ese plazo y, salvo que se encuentre alguna nueva información, cerrar las diligencias. Las otras dos líneas de investigación (el supuesto cobro de comisiones ilegales por la intermediación en el contrato de las obras del AVE a La Meca y el uso por parte de Juan Carlos I de fondos de un empresario mexicano) están ya exprimidas. Los investigadores han concluido que la imposibilidad de perseguir presuntos delitos cometidos por el rey emérito antes de su abdicación, en 2014, las dos regularizaciones fiscales que presentó en diciembre de 2020 y febrero de 2021 y la ausencia de otras pruebas impiden pedirle al Tribunal Supremo que actúe contra el anterior jefe de Estado. (El País)

     DdA, XVII/5039     

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