Pablo Iglesias
Fernando Herrero de Egaña, juez de la Audiencia Provincial de Madrid, es un hombre honrado. Como lo es el juez Marchena, como lo es el juez Lesmes, como el juez Arnaldo, como el juez García Castellón. Todos ellos son hombres honrados y cualquiera que cuestione esto está cuestionando, como diría mi querida contertulia Carmen Calvo Poyato, nuestro Estado de Derecho.
El juez Herrero de Egaña ha condenado a Pablo Echenique y a Juanma del Olmo a pagar 80.000 euros. Veremos qué dicen los tribunales encargados de resolver el recurso pero, de momento, les ha condenado ¿De dónde viene esta condena? Se lo cuento. Como siempre que se trata de Podemos, la cosa empieza con un escándalo mediático que se acaba judicializando gracias a lo que algunos juristas llaman la “militancia de las togas”. Son tantos los escándalos mediáticos de Podemos en los últimos años que es imposible retenerlos todos. Este arranca en 2019. A pocas semanas de las elecciones locales saltaba el ‘escándalo’ de que la candidata de Podemos a la alcaldía de Ávila, Pilar Baeza, había estado en la cárcel, condenada por ser cómplice de un asesinato. Ella siempre sostuvo que el hombre al que ayudó a matar la había violado, allá por el año 85.
Gobernaba entonces Felipe González, otro hombre honrado, y su PSOE ya no decía aquello de “OTAN de entrada no”. Faltaba poco para un histórico referéndum de ida sin vuelta y para que El Cojo Manteca mostrara a España su coraje iconoclasta en las movilizaciones estudiantiles contra José María Maravall.
El honrado periódico ABC daba entonces así la noticia del asesinato: “Dieron muerte a tiros a un joven para vengar la violación de una muchacha”. Mientras Interviú, la mítica revista del grupo Z de Antonio Asensio, titulaba así: “Mató al violador de su novia”. Y señalaba que Pilar, que mas de 30 años después sería candidata de Podemos, tras haber sido violada tuvo que abortar en Portugal y que Lolo, el autor material del asesinato y novio de Pilar, antes de entregarse a la justicia y confesar lo hechos, habló con la revista para explicar su venganza. El caso es que el finado no fue condenado por violación, algo por otra parte complicado una vez que te matan. Pero tampoco su familia fue a los tribunales para actuar contra Pilar para defender el honor del muerto, a pesar de que Pilar dijera que la violó.
Pablo Echenique y Juanma del Olmo no pertenecen al club de los hombres honrados del juez Herrero de Egaña, sino que prefirieron afiliarse al club de los necios. Y como buenos necios dieron la cara por Pilar diciendo que ya había pagado con cárcel su deuda con la sociedad y que creían su testimonio de que fue víctima de una violación. Si uno quiere prosperar en política no conviene afiliarse al club de los necios, créanme. Los cementerios (los reales y los políticos) están llenos de necios que estuvieron dispuestos a dar la cara. Por el contrario, si quieres prosperar en política debes protegerte, dar la cara lo justo e imprescindible, mostrar lealtad al líder, pero solo mientras sea imprescindible para mantener tu posición y no perder aspiraciones; no enfadar a los periodistas honrados, ni a los jueces honrados y conservar ese discreto encanto de quien no se mete en charcos, tiene amigos en todas partes, y pone velas a dios y al diablo. Si quieres prosperar en política, no es conveniente dar la cara por una simple candidata de Ávila. Pero Juanma y Pablo no tienen temperamento para afiliarse al club de los tibios y acabaron en el club de los necios.
Con todo, en el procedimiento contra ellos, la fiscalía les dio la razón señalando que sus afirmaciones estaban amparadas por el derecho a la libertad de expresión. Sin embargo, el juez, apartándose inexplicablemente del criterio de la fiscalía, no lo entendió así y les condenó. Pero el juez Herrero de Egaña es un hombre honrado.
Y fue un hombre honrado también cuando absolvió al honrado Jiménez Losantos tras la denuncia del periodista Zarzalejos, al que llamó sicario, mentiroso, despojo intelectual, pobre enfermo, analfabeto funcional y zote, entre otras lindezas. Para absolver a Losantos, Herrero de Egaña se amparó curiosamente en la libertad de expresión. Pero Herrero de Egaña es un hombre honrado y eso que la Audiencia Provincial le rectificó en este caso. Hay quien piensa que si hubiera sido Echenique el que hubiera llamado cretino o zote al malogrado Zarzalejos (no creo que le faltaran ganas al bueno de Echenique) quizá el juez Herrero de Egaña habría actuado de otra forma, pero pensar esto es estar contra el Estado de Derecho, así que no lo piensen.
Cayetana Álvarez de Toledo, marquesa de Casa Fuerte y también miembro del club de los honrados, llamó terrorista a mi padre desde la tribuna del Congreso. Mi padre jamás fue condenado por terrorismo –y eso que fue juzgado por el tribunal político de la dictadura (el repugnante TOP)–, sino por repartir panfletos convocando a manifestarse el primero de mayo, en una época en la que repartir panfletos y manifestarse era ilegal. Mi padre emprendió acciones legales contra la señora marquesa. ¿Se imaginan el recorrido legal que tendrían esas acciones si las emprendiera contra los dirigentes del PP y de Vox que dijeron estar de acuerdo con la honrada Cayetana? Quizá les condenaran a pagar a cada uno 80.000 euros a mi padre. O quizá no. Piensen lo que quieran pero procuren no pensar mal del Estado de Derecho.
Corre el rumor no verificado (los rumores no verificados se están constituyendo en el nuevo paradigma del periodismo honrado) de que el juez Herrero de Egaña está emparentado con Maria Dolores de Cospedal. Pero, sea verdad o no, el juez Herrero de Egaña es un hombre honrado.
Coda: para prosperar en política no conviene afiliarse al club de los necios, pero cuando los lobos te terminan rodeando (y hasta a los más tibios les puede terminar pasando) es bueno tener espalda con espalda a unos cuantos necios dispuestos a todo.
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