Lazarillo
Por si no tuviera poco con Cayetana y Ayuso tocando a muerto, Pablo Casado quiso animar su circunstancia como lidercillo del Partido Popular asistiendo por casualidad a una de las once misas que se oficiaron por el alma del dictador en toda España. Lo azaroso del hecho, según fuentes de su partido, se debió a que la iglesia se encontraba cerca del hotel donde se hospedaba don Pablo, con motivo de su presencia en Granada por lo del congreso PP de Andalucía. Se conoce que tampoco se enteró Casado de que las preces rezadas durante la ceremonia lo fueron por el alma de Francisco y José Antonio, nombres de pila de los dos difuntos. Y si se enteró, como compete a todo buen creyente, prefirió mantener su presencia antes que desairar a los concurrentes, que sin duda advirtieron que estaba entre ellos el líder de la oposición, inmutable asimismo ante la bandera del viejo régimen desplegada en el primer banco de la iglesia o la corona con la bandera española enviada por la Fundación Francisco Franco, al pie del altar. No se tiene noticia hasta ahora de que el líder de la ultraderecha haya asistido a una ceremonia similar el pasado 20 de noviembre. Lo de Casado se supo por la foto que se hizo con un joven a la salida de la iglesia, también por error.
DdA, XVII/5017
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