martes, 23 de noviembre de 2021

LAS PIEDRAS/PLACA DE ULRICH EUMANN*



Félix Población 

Que un país como el nuestro, tan reacio o remiso a recordar a las víctimas del franquismo durante tantos años, haya contado con personas como Ulrich Eumann en Alemania, un historiador del magnífico y ejemplar National Socialism Documentation Center de Colonia, es algo que no se puede pasar por alto cuando nos llega a través de la página Los últimos españoles de Mauthausen la triste noticia de su fallecimiento. Una nota de Andrea, administrador de sus bienes digitales, nos lo participó así en alemán: Queridos lectores, el artista [Ulrich era también un gran fotógrafo] falleció el 11 de noviembre de 2021. Su blog permanecerá en la red por un tiempo para recordar a esta gran persona, a quien ciertamente no solo extrañaré yo (su "administrador de bienes digitales" y buen amigo durante unos 37 años)”. 

 Uli, como le llamaban sus amigos y compañeros, trabajó activa y silenciosamente por la causa memorialista de las víctimas españolas del nazismo, abandonadas a su suerte por la dictadura franquista para que fueran masacradas en los campos de exterminio, y muy tardíamente reconocidas por la democracia española. Las meticulosas investigaciones de Eumann, haciendo siempre una labor callada y constante, dieron muchos y provechosos frutos documentales en pro de la memoria de las víctimas. Investigó asimismo Eumann la resistencia al nazismo en su país, la esclavitud moderna y el poscolonialismo. Se caracterizaba humanamente por su alegría por aprender, su sentido del humor y su agudeza crítica. 

 A él debemos, junto a sus compañeros de IB Stolpersteine, cada una de las piedras/placa que podemos encontrar a lo largo de la geografía española con los nombres, lugar de nacimiento y muerte de aquellos que perecieron en los campos de concentración nazis. El proyecto Stolpersteine, que en alemán significan piedras de tropiezo, data de 1990 y fue puesto en marcha por el artista Günter Demnig, al objeto de conmemorar el cincuentenario de un millar de gitanos deportados desde Colonia, antes de las deportaciones de judíos que se sucederían después. El artista creyó con muy buen criterio que, en lugar de un único monumento fijo conmemorativo en un determinado lugar, sería más interesante realizar sencillos y múltiples recordatorios, colocándolos de manera diseminada allí donde nacieron y vivieron las víctimas de aquella masacre. 

De ese modo difundieron por 1600 ciudades europeas y argentinas las piedras/placa, con una primera colocada el 16 de diciembre de 1992, día en que se cumplió medio siglo de la orden de deportación de los gitanos dictada por Heinrich Himmler, ubicada en la vistosa e histórica plaza donde se encuentra el Ayuntamiento de Colonia. Los Stolpersteine son pequeños cubos de cemento de diez por diez por diez centímetros que en su parte superior llevan incrustada una placa de latón en las que se puede leer el nombre, apellidos y lugar de nacimiento y muerte de la víctima. Se fueron colocando desde entonces en las aceras de las ciudades a modo de pequeños resaltes sobre el nivel del suelo, de modo que los transeúntes puedan reparar en ellos y recapacitar sobre la barbarie de los asesinatos cometidos. 

La primera de esta piedras/placa se colocó en Madrid hace tan solo dos años y está dedicada a Enrique Callzarreda Guijarro, prisionero nº 4.479 en el campo de Mauthausen. La podemos encontrar en el número 20 de la calle de Bravo Murillo. Como es insuficientemente sabido hubo más de 9000 deportados españoles en los campos de concentración nazis entre los años 1940 y 1944 y casi el 6o por ciento fue asesinado o murió víctima de inanición o enfermedad. Después de luchar contra la sublevación militar en nuestro país, todos esos compatriotas se enfrentaron a las penalidades de los campos de exterminio. Muchos de sus nombres fueron rescatados para esa memoria en el callejero de las ciudades de España gracias a personas como Ulrich Eumann. 

 Ahora los tenemos al pie de nuestros pasos para que nuestra andadura nunca sea la indiferencia o el olvido ante la lucha, el sufrimiento y la muerte que están detrás de esos nombres. Hasta 450 de esas placas/piedra se encuentra hoy en las calles de Madrid, una ciudad y una región en la que la derecha ha requerido el apoyo de la extrema derecha para gobernar, y en donde por ese motivo se eliminaron los nombres de las víctimas de la dictadura franquista en el cementerio de La Almudena, fusilados por los vencedores una vez terminada la guerra.

*Artículo publicado hoy también en InfoLibre.

UNA CARTA

Después del fin de la Segunda Guerra Mundial, esta carta fue encontrada en un campo de concentración nazi, conteniendo el siguiente mensaje dirigido a los maestros:
"Querido maestro, soy sobreviviente de un campo de concentración. Mis ojos han visto lo que nadie debería ver:
- Cámaras de gas construidas por ingenieros calificados.
- Niños envenenados por médicos calificados.
- Bebés asesinados por enfermeras calificadas.
- Mujeres y niños asesinados y quemados por graduados.
Así que tengo mis sospechas sobre la educación.
Mi petición para usted es la siguiente:
Enseñe a amar al prójimo.
Tus esfuerzos nunca deben producir monstruos entrenados o psicópatas experimentados.
Leer, escribir y conocer la aritmética solo serán importantes si hacen que nuestros hijos amen a su prójimo.

     DdA, XVII/5017     

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