domingo, 14 de noviembre de 2021

LA VIDA Y LAS CEREZAS



Valentín Martín

No sé por dónde anda una idea que llevé yo a un poema en el que digo algo así como que voy por las tribus escuchando aromas y luego escribo cerezas. Y es que la vida se parece mucho al comportamiento de las cerezas, es tan frutal que quieres una y se te ofrecen cuarenta. Juro que esta tarde yo había dejado el hocico quieto y andaba mirándome con los ojos cerrados, que estoy con dudas. Pero un hombre pronunciaba en la tele una frase que a mí me sonaba, debe de ser de oírla mucho a Sautier Casaseca o a Rafael Pérez y Pérez los autores de las novelas sanitarias de posguerra. El hombre a la mujer: me gustaría ver amanecer contigo.

Esas palabras las aprendíamos todos en mi pueblo en cuanto hacíamos la primera comunión y nos operaban de anginas, el pistoletazo que te daba permiso para enamorarte.

Abrí la mirada y vi que él era Rubén Rojo, compañero de Raúl Cancio padre de mi amigo el fotoperiodista Raúl Cancio y abuelo de Paula Cancio, en " Estrella de Sierra Morena". Y la mujer era Lola Flores ( no me llames Dolores, llámame Lola) que también enamoraba franceses en esta otra película.

¿ Ves? Ya me voy por las ramas como las urracas que se quedaron sin pueblo y andan ahora todas viviendo en los suburbios de Madrid, donde se sienten a salvo de herbicidas e insecticidas que no sólo han acabado con el trigo y ese pan que hay que besar si se nos cae de la mano al suelo.

Lo que yo quería decir es que a Rubén Rojo, tan madrileño, le consideraban aquí un actor mexicano. Y a México se fue a morir.

Pero de la que nadie habla, la desconocida, es de su madre, Mercedes Pinto. Mercedes Pinto nació en 1883 en Canarias y a los 14 años ya escribía versos. No versitos, sino versos. Luego escribió mucho: teatro, poesía, novela, y fue columnista en los periódicos. Que una mujer del siglo XIX, de buena familia, le llevase la contraria ya entonces a la Sección Femenina no merece la indiferencia o el olvido.

No lo hizo Luis Buñuel que en 1952 convirtió en película una novela que Mercedes había escrito en 1926. Tampoco lo hizo el dictador Primo de Rivera cuando se enteró de que Mercedes Pinto había pronunciado una conferencia el 25 de noviembre de 1923 en la Universidad Central de Madrid: " El divorcio como medida higiénica". El general ordenó su destierro a Bioko, pero Mercedes de Pinto se le adelantó ( ella se adelantó siempre a todo y a todos) y huyó a América. En América fue recibida con los brazos abiertos, especialmente luego por Pablo Neruda que escribió sobre ella : " Mercedes Pinto vive en el viento de la tempestad, con el corazón frente al aire, con la frente y las manos frente al aire, enérgicamente sola, urgentemente viva".

Mercedes Pinto, amiga de Ortega y Gasset, de Unamuno, de Carmen de Burgos, siempre implicada en actividades culturales, políticas y sociales, fue una de las primeras feministas. Y lo fue contra su universo burgués. Eligió su libertad al dinero. Y lo hizo cuando más costaba vivir esa vida.

Esta tarde en España han visto en una película de la tele a su hijo Rubén Rojo tratando de enamorar a Lola Flores. ¿ Se habrá acordado alguien de ella? Contra el olvido son muy recomendables las cerezas.

     DdA, XVII/5009     

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