Félix Población
Se viene hablando estos días, hasta el punto de ser noticia de portada en los más importantes diarios del país, de las dentelladas que se están dando entre Rodríguez y Egea a cuenta del futuro liderago en el Partido Popular, puesto en cuestión por las ínfulas expansionistas del primero en hacer de Ayuso cabeza de lista para las próximas elecciones generales, para las que aún faltan dos años, si todo va como hasta ahora.
No tengo ninguna duda acerca de la realidad de esta guerra, pues quienes la sostienen son dos gallitos enchulados que juegan a hacerse notar en la defensa de sus jefes, para la que Rodríguez cuenta con el apoyo tácito de Aznar, cuya fisonomía -a juzgar por la que ofreció en un encuentro con el presidente de Ecuador- corre el riesgo de llegar a ser cada vez más siniestra, sin posibilidad de reparación.
Quiere Aznar y quiere su fiel escudero Rodríguez que la extrema derecha deje de disputarle al Partido Popular los votos que de siempre le pertenecieron desde la muerte política de Blas Piñar, después del ensayo más o menos exitoso de Madrid con el adelanto electoral de las autonómicas. Uno y otro están porque Díaz Ayuso, la Isabel de España, sustituya en los comicios generales venideros a Pablo Casado, cuyo temor a esta posibilidad es cada vez más patente, sobre todo ante la celebración del congreso regional del partido en Madrid.
Sin dármelas de arúspice, don Pablo no tendrá nada que rascar en esa convocatoria y ese nuevo triunfo de Ayuso, después del cosechado en las pasadas elecciones autonómicas, acercará a la cabeza de cartel para La Moncloa a quien hoy es motivo de vergüenza para tantos ciudadanos: la región con mayor tasa de mortalidad en Europa como consecuencia del Covid tiene al frente de su gobierno a una señora que duplica la inversión publica en tauromaquia y reduce la que corresponde a sanidad.
Que aun así doña Isabel pueda aspirar a la presidencia de la nación, solo puede pasar en una país donde tantos trepas, mediocres y trapaceros se agolpan en la política.
LA VOZ DE LOLA HERRERA
DdA, XVII/5004
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